La Consejería de Educación, Cultura y Deportes ha publicado hoy la declaración de Bien de Interés Patrimonial para los patios de Toledo en la categoría de bien inmaterial.
La resolución de la Consejería, publicada hoy en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), enumera los 154 patios incluidos y resalta que la casa patio resume los valores mediterráneos de aire libre, sombra y frescor y, en este sentido, el patio se configura como la zona de libre movimiento y distribución de la vivienda.
La declaración resalta la complejidad de la trama urbana del Casco Histórico de Toledo, lo accidentado de sus calles y la concentración de inmuebles monumentales ceñidos por las murallas.
El condicionamiento físico del peñón sobre el que se asienta Toledo y el aprovechamiento de las construcciones se ha traducido en el paulatino estrechamiento de las calles y en la irregularidad de las manzanas. Un contexto urbano en el que sobresalen las casas patio como solución que perdura a lo largo del tiempo.
En Toledo las casas patio con características de la época romana se ven enriquecidas y «fuertemente transformadas» por las aportaciones andalusíes.
«El patio no es un invento local, sino un legado, un patrimonio heredado que ha persistido a lo largo de los siglos, y sobrevivido a multitud de circunstancias históricas, sociales y arquitectónicas. Ha sido siempre un espacio útil en la vida de sus moradores, privado y tranquilo, alejado de las miradas de los extraños. Como tal, conforma una unidad, un hábitat que refleja el carácter de sus propietarios», refleja la declaración patrimonial.
También se refiere a «la subcultura toledana del patio» como un espacio cultural que sirve de lugar de encuentro vecinal y fomenta un modo de vida colectivo, al tiempo que es un lugar de aprendizaje de habilidades sociales y juegos para los más pequeños.
Todo ello se complementa con el respeto a la naturaleza representada en las plantas que conforman un pequeño ecosistema.
«Se conforma así un estilo de vida que marca una impronta indeleble en los individuos a lo largo de su vida», añade.
Reflejo de la historia de los patios toledanos se puede encontrar en el trabajo de Casiano Alguacil, del que acaba de celebrarse el centenario de su fallecimiento y que fue uno de los mejores fotógrafos de Castilla-La Mancha.