El cierre de la empresa de Puertollano se conocía a través de un comunicado de la empresa. Inmediatamente, el Gobierno de Castilla-La Mancha convocaba una rueda de prensa para valorar lo que ha tachado de «puñalada trapera».
La decisión tomada por el ministro de Industria, José Manuel Soria, de cerrar Elcogas es «una puñalada trapera a toda la provincia de Ciudad Real y la prueba de que la expresidenta Cospedal engañó a la ciudadanía durante la campaña, dio falsas esperanzas y ha esperado al resultado de elecciones autonómicas para tomar una decisión conjunta con Soria». Así comenzaba la rueda de prensa del portavoz del Gobierno castellanomanchego, Nacho Hernando, tras el anuncio del cierre de Elcogas.
Hernando hablaba de un «acto de deslealtad institucional y cobardía política al tomar esta decisión de forma unilateral y en pleno mes de agosto sin contar con la empresa, con los sindicatos, aplazando una reunión con el presidente… Esto no es forma de hacer política».
Hernando ha pedido a Soria que asegure la viabilidad económica de la central atendiendo a la singularidad del proyecto y ha recordado que hay una solución, la de establecer un «régimen retributivo especial, que está previsto en la ley», que tiene que hacerlo el Ministerio, y del que ya se beneficia otra empresa en España, «La Pereda» en Mieres (Asturias).
La Junta ha pedido a los accionistas de Elcogas que «no se precipiten» en el proceso de toma de decisiones y le ha recordado a la empresa que aún está por decidir la política energética de este país. Al mismo tiempo se han puesto a disposición de sindicatos, del ayuntamiento de Puertollano y de la Diputación ciudadrealeña.
«Todo responde a una venganza política por parte de Cospedal», insistía Hernando, quien descartaba que se debiese a una venganza por la paralización del ATC, eso sí, en el caso de existir «pedimos que vuelvan a la realidad, que es la realidad de más de 250 familias». Por ello, el portavoz pedía que «nos demos de jueguecitos políticos».
De momento, la reunión prevista para septiembre entre el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el ministro José Manuel Soria se mantiene.