Introducen por un lado las hojas de los exámenes y por otro los expulsa ya corregidos. Es la «máquina de la verdad», está en la Diputación de Toledo y se utiliza para garantizar la imparcialidad en la corrección de los exámenes de las bolsas de trabajo.
Se la presentamos…
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La «máquina de la verdad» está en la Diputación de Toledo y sirve para corregir los exámenes de acceso a los puestos de trabajo a través de un lector óptico y un programa informático. Que da el 100 por 100 de seguridad y garantiza la absoluta imparcialidad a la hora de corregir exámenes porque no interviene, en ningún momento, la mano humana.
Una máquina que lleva trabajando desde abril de este mismo año y por la que pasan las pruebas tipo test: primero la solapa con la identificación, en clave, del aspirante; y después la hoja con las respuestas, como pueden ver en las imágenes que les mostramos.
Y en apenas unos segundos… ¡Voilá!
Incluso si la máquina detecta algún error porque el aspirante ha marcado de forma errónea alguna de las casillas del test, separa la hoja y la expulsa por una segunda bandeja para que, en este caso sí, la mano humana vea el error.
¿La diferencia de que los exámenes se corrijan a mano o a máquina? Pues no solo la imparcialidad, que es lo más importante, sino el tiempo. Que los humanos corrijieran los exámenes llevaba días, pero la máquina lo hace en apenas una mañana.