A María le encanta el fútbol. Casi que por encima de cualquier otra cosa. O sea, que es futbolera total. Pero no es de las de boquilla, no, sino que practica con el ejemplo. Además de ser una de las mayores fanáticas del Real Madrid (no en vano, a Florentino Pérez le califica de «ser superior») es jugadora titular en la Asociación Deportiva Collado Villalba de fútbol sala que disputa la liga en División de Plata de la categoría nacional. ¡Ahí es nada! Y porque descendieron, puesto que ha probado las mieles de la División de Honor femenina española. ¿Es la nueva Cristiano Ronaldo?
«Pero vamos líderes», matiza. Por lo que la próxima temporada podría estar de nuevo en lo más alto.
Nuestra interlocutora es, además, periodista. Porque María Carrobles trabaja en el Canal Diocesano, en Toledo. Es la presentadora del informativo de las 21.30 horas, en prime time, como a ella la gusta decir. Joven, 24 añitos y suficientemente preparada. ¿Y por qué esa afición desaforada por el fútbol? Pues lean y comprueben.
«Desde los 8 o los 9 años me dio por jugar al fútbol, será porque nací con un balón debajo del brazo. Y a los 10 ya jugaba en las categorías inferiores del Trocadero». Siempre de ala-pívot. Hasta que se fue a estudiar Periodismo a Madrid, a la Universidad Complutense. De eso hace ya siete años, cuando fichó por el Móstoles, que jugaba en Primera Regional. Era tan guerrera, tan apasionada y tan buena jugadora que rápidamente el Collado Villalba se fijó en ella. Potencia pura en el centro de la cancha. Podrá pasar el balón, pero la jugadora…
Se pone la camiseta con el número 10 a la espalda y se convierte en un terremoto en la cancha. Entre dos y tres veces por semana se desplaza a Madrid para entrenar y juega un partido todos los fines de semana. Encuentros que en ocasiones la llevan incluso hasta Galicia, donde van, juegan y regresan en el mismo día. No hay presupuesto para dormir, que esto no es su Real Madrid… Y todo ello compaginándolo con sus habituales encuentros con políticos, con sindicalistas y con cualquiera que merezca la pena periodísticamente hablando.
En el Canal Diocesano comenzó a hacer prácticas cuando finalizó tercero de Periodismo. Y el año pasado ya tenía contrato. Todo ello haciendo, por medio, un master en Periodismo en la Escuela de Estudios Universitarios del Real Madrid que dirigía Emilio Butragueño. Lo blanco rodea su vida. Como «premio», prácticas gratis durante tres meses en Telemadrid y, la bomba final, «la graduación fue en el césped del Santiago Bernabeu», el campo de sus sueños, con la presencia, cómo no, del «ser superior» Florentino Pérez; y del que fue su padrino de master, el expresidente del Gobierno José María Aznar. ¡No podía pedir más!
Porque María es madridista acérrima, ustedes lo comprenderán y otros no. Durante ese periplo de estudios en el club más laureado del mundo tuvieron la oportunidad de celebrar también la que llamaron «semana blanca», donde les enseñaron el funcionamiento interno del club, les impartieron charlas y, como bomba final, les invitaron a participar, como periodistas, en un partido del primer equipo. Que incluía, atención, ir a los palcos de prensa, estar presentes en la rueda de prensa de José Mourinho e incluso en la zona mixta, por donde pasan todos los jugadores después del parrtido. Estaban en prácticas y, por ello, no podían hacer preguntas.
Como bien se pueden imaginar, «terremoto» María se saltó algunas normas. Lo de las preguntas, vale, pero lo de no fotografiarse con algunos de sus ídolos… ¡Como que no! De hecho, «cuando salió Sergio Ramos no lo pude resistir». Y nosotros les mostramos la imagen. Junto con otras muchas que pueden ver si pinchan en la imagen superior. No tienen desperdicio, de verdad.
E incluye una que se hizo con otro de los grandes madridistas del deporte español, Rafa Nadal. Con él coincidió, casualmente, en Canadá, cuando fue a estudiar inglés durante tres meses a Toronto. En un momento determinado el grupo de estudiantes con el que iba María se le encontraron y ella, como buena periodista, fue directa a por él. «Iba rodeado de guardaespaldas, pero llegué y le pregunté con quién jugaba. Me dio su número de teléfono y me dijo que le mandara un mensaje, que me lo diría. Se lo envié y su jefe de prensa me contestó diciéndome la hora y su rival, además de darnos 10 entradas para ir a verle. Con las que estuvimos en tres partidos, dos individuales y uno que jugó en dobles junto a Djokovic. Fue supermajo».
Se la imaginan, ¿verdad?
Una futbolista de armas tomar y una periodista con casta. No la pierdan de vista.
PINCHE EN LA IMAGEN SUPERIOR PARA VER UNA GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS DE MARÍA CARROBLES