Los miembros de la Plataforma de Toledo en defensa del Tajo van a «invitar» a los turistas y visiantes de Toledo a que denuncien lo que consideran estado terminal del río; para ilustrar esto último, informan de la existencia de miles de peces muertos a la altura del puente Azarquiel (al lado del puente de Alcántara). Alejandro Cano, portavoz del colectivo, ha liderado una manifestación celebrada esta mañana en la Plaza de Zocodover en la que han recordado los 40 años de vida de un bando, aún en vigor, expedido entonces por el Gobierno Civil de Toledo por el que se prohibía el baño en el río debido a la contaminación tanto en la ciudad como en los pueblos ribereños del río. Corría el 19 de junio de 1972.
La manifestación tenía como lema «40 años de martirio del río Tajo, por un Tajo limpio y con caudal. ¡Colabora! El Tajo se ahoga».
Estos son los años, 40, que los miembros de la Plataforma creen que tiene de vida el reconocimiento oficial del «crimen del agua en el Tajo a su paso por la provincia de Toledo». Alejandro Cano leyó íntegramente un bando del entonces gobernador civil, Jaime de Foxá, de obligado cumplimiento en Belvís de la Jara, documento rescatado en su día por el conocido cronista Luis Moreno Nieto.
Pero los denunciantes recuerdan que no son 40, sino 80, los años de vida de un proyecto de la época de la Segunda República que contemplaba el crecimiento de Madrid «recanalizando todas las aguas de la sierra de Madrid, desde el Alberche hasta el Tajuña, pasando por el Guadarrama, el Manzanares, el Lozoya y el Henares, haciéndolas circular de oeste a este y terminando por verterlas ya usadas a la gran alcantarilla en que se convertía el Jarama y que a la postre sería la cloaca del Tajo una vez que se construyera el Trasvase Tajo Segura detrayendo su caudal primigenio», ha afirmado Alejandro Cano.
Los demandantes recuerdan que en 1976 y 1979, «la ciudadanía y las instituciones toledanas protagonizaron manifestaciones y un encierro municipal» para protestar por la situación del río.
Además, Cano ha asegurado, en contra de lo que dicho la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, de que «Madrid destaca en Europa en tratamiento de aguas residuales», dicha afirmación faltaría a la verdad, en detrimento también del Tajo.
«Tenéis una ciudad muy bonita pero un baño muy guarro», dice Cano que comentan los turistas tras visitar la ciudad.
Por todo ello, la Plataforma pide a las administraciones «más compromiso por sacar de su agonía al Tajo».
Para la Plataforma, lejos de arreglar el estado del Tajo, las autoridades «han decidido invertir un dineral en amortajar el Tajo a su paso por Toledo». En este sentido, ha criticado el proyecto «Take me to the river, que, bajo el eufemismo de integración del Tajo en la ciudad de Toledo, es una mortaja que impedirá que las espumas y costras que se forman en los azudes y presas dejen de ser visibles eliminando alguna de ellas y recreciendo otras para que dé la impresión de cantidad de agua a través de una lámina de agua estable sin corriente, agitación ni vida».
Además, la Plataforma ha recordado que el Estado ha «formalizado un crédito de 500 millones, 350 de los cuales irán a parar a actuaciones en cinco cuencas que no son la del Tajo».
En busca de que su demanda sea escuchada, la Plataforma promoverá entre los turistas y visitantes de Toledo que estos hagan público el estado del río Tajo. Aún están viendo la manera de llevar a cabo esta medida.
Por último, denuncian el Plan de Cuenca del Tajo está «olvidado, secuestrado, ya que era el que por primera vez la Administración reconocía el estado moribundo del Tajo», ha concluido Cano.