Castilla-La Mancha perderá más de 110.000 personas en los próximos diez años, el 5,3 por 100, lo que situará el número de habitantes en el año 2023 en 1.983.116, según las proyecciones de población para el periodo 2013-2023 elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En 10 de las 17 comunidades autónomas el número de defunciones superará al de nacimientos en la próxima década, aunque en Castilla-La Mancha seguirá habiendo más nacimientos y sitúa su saldo vegetativo 2013-2023 en 1,6 por cada 1.000 habitantes.
La pérdida de población en Castilla-La Mancha será ligeramente inferior a la media nacional, un 5,3 por 100 frente al 5,6 por 100.
A partir de 2017 en España habrá, por primera vez, más muertes que nacimientos y, en los próximos diez años, la población española se reducirá en 2,6 millones de personas, el 5,6 por 100, lo que situará en 44,1 millones el número de habitantes en 2023.
De mantenerse la evolución demográfica hoy observada, la pérdida de población se extendería a la práctica totalidad de las comunidades autónomas, con los mayores descensos en términos relativos en Cataluña (10,6 por 100), Comunidad Valenciana (8,7) y La Rioja (8,3) en 2022.
DEFUNCIONES QUE SUPERARÁN A NACIMIENTOS
En 10 de las 17 comunidades autónomas el número acumulado de defunciones superaría al de nacimientos en la próxima década.
Así, el saldo vegetativo entre 2013 y 2022 resultaría negativo en Asturias, Galicia, Castilla y León, Cantabria, País Vasco, Aragón, Extremadura, La Rioja, Comunidad Valenciana y Canarias.
Además, de mantenerse la tendencia actual, la «cuantiosa emigración al extranjero», según el INE, haría que la migración exterior contribuyera negativamente al crecimiento demográfico de todas las comunidades en la próxima década, salvo en Canarias y en la ciudad autónoma de Ceuta.
En cuanto a la migración interior, la prolongación de los comportamientos hoy observados situarían a la ciudad autónoma de Melilla y a las comunidades de Baleares y de Madrid como los territorios que, en términos relativos a su tamaño, atraerían más población procedente del resto de España.
Por el contrario, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Canarias presentarían los saldos migratorios interautonómicos más negativos.