El teléfono sonó a eso de las seis de la mañana de la madrugada del viernes al sábado en 092 de la Policía Local de Toledo. Al otro lado, una voz apuraba avisaba de una más que inesperada emergencia. Una mujer joven, de 30 años, se había puesto de parto. En su viente llevaba gemelos y el primero de ellos acababa de nacer ¡en su coche, mientras la trasladaban al hospital! desde el barrio de Azucaica, en la capital castellano-manchega.
Los agentes del turno de noche de la Policía Local de Toledo llegaron a tiempo de asistir a la madre en el segundo alumbramiento y la acompañaron hasta que llegaron dos ambulancias medicalizadas para el traslado de la paciente al hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde finalmente nació el segundo niño.