El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, ha asegurado que «la implantación de la receta electrónica facilita la vida de los pacientes, ya que les evita desplazamientos innecesarios y supone una ventaja para los profesionales de Atención Primaria, que disponen así de más tiempo para sus pacientes». Este nuevo sistema comenzó a funcionar el pasado 26 de febrero en Albacete.
En la actualidad, nueve centros de salud de Albacete capital y 89 farmacias cuentan con dispensación electrónica y dan cobertura a una población de 176.705 personas. «En mes y medio -ha señalado Echániz- se han emitido 722.549 recetas electrónicas a 13.142 pacientes, lo que supone que actualmente el 86 por 100 de las recetas que se están prescribiendo en la capital son electrónicas».
La instauración de la receta electrónica supone un gran avance de la sanidad en Castilla-La Mancha hacia un sistema más eficiente y más profesional, ya que el ciudadano, tras la visita al médico, acude a su farmacia habitual, donde el farmacéutico podrá consultar en el ordenador el medicamento prescrito y entregárselo sin tener que llevar la receta en papel, como se hacía hasta ahora. Además, en el caso de un paciente crónico o que precise de un tratamiento prolongado, éste no tendrá que volver a su médico de Atención Primaria a por la receta. «Así, los pacientes de Albacete se han evitado ya 160.000 desplazamientos al centro de salud sólo para tener que renovar sus recetas», ha precisado el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales.
La implantación en Albacete continúa con la extensión a otros cinco centros de salud que dan cobertura a 49.001 habitantes: Alcadozo, Chinchilla, Tarazona, Balazote y La Roda. En esta fase se incorporan, además, las 33 farmacias de esas zonas de salud, por lo ya el 50 por 100 de las farmacias de la provincia disponen de dispensación electrónica.
Asimismo, a finales de este mes se ampliará a otras siete nuevas zonas de salud que dan cobertura a 81.460 habitantes: Villarrobledo, Bonete, Caudete, Almansa, El Bonillo, Munera y Ossa de Montiel, y se incorporarán otras 45 nuevas farmacias a este sistema.
«El Gobierno está muy satisfecho porque el proceso de implantación de la receta electrónica se está llevando a cabo en Castilla-La Mancha de un modo ágil y más rápido que en ninguna otra comunidad autónoma», ha asegurado el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales. Y es que en un periodo de cinco meses estará funcionando en toda la región, siendo ésta una de las más extensas y dispersas, y que combina territorio rural y urbano.
Hasta el día de hoy se han contabilizado 1.268.755 recetas electrónicas, de las cuáles se han beneficiado 29.581 pacientes, con lo que se ha evitado un total de 299.464 desplazamientos.