La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, ha acompañado a la reina doña Sofía durante la suelta de dos linces en la localidad toledana de Mazarambroz. Se trata de dos hembras, llamadas Lava y Lila, nacidas a principios de 2014 en los centros de cría de Silves (Portugal) y El Acebuche (Huelva). Estos animales se suman a otros 20 ejemplares de esta especie de felinos en peligro de extinción que han sido puestos en libertad en la región desde el pasado año.
Esta reintroducción es el resultado del trabajo del Proyecto Iberlince, en el que participa el Gobierno de Castilla-La Mancha, una iniciativa que apuesta por la línea de trabajo de la reintroducción como método recuperación de la especie.
Según establecen las pautas de este programa, el inicio del proceso de suelta de linces comienza con la cría de estos animales en uno de los cuatro centros existentes en la Península Ibérica: Silves en Portugal, La Olivilla en Jaén, Zarza de Granadilla en Cáceres y El Acebuche en Huelva.
En estos centros especializados se cuida a los linces en las condiciones más parecidas posibles al medio natural y se les somete a un seguimiento durante las 24 horas del día para evaluar su capacidad de supervivencia en el campo.
Asimismo, paralelamente a esta fase de cría, los técnicos trabajan en la selección de la mejor zona posible de reintroducción para asegurar que el animal tenga las mejores condiciones de supervivencia posibles, teniendo en cuenta condicionantes de hábitat, disponibilidad de alimento, amenazas o actitud social, entre otras.
El lince ibérico es el felino más amenazado del mundo, lo que sitúa a esta especie en peligro crítico de extinción, por ello la labor que se realiza en los centros de cría, antes citados, resulta fundamental para la conservación de estos animales.
Entre las funciones de estos centros destaca la de proporcionar animales sanos y preparados para restaurar las poblaciones de esta especie en la naturaleza y mantener una reserva de ejemplares como salvaguarda ante los peligros que puedan afectar a la especie, hasta que las poblaciones silvestres sean capaces de asegurar este objetivo por sí mismas.
En Castilla-La Mancha, el lince prácticamente había desaparecido, por lo que ha hecho falta destinar recursos humanos y materiales para acondicionar el hábitat, lograr que este animal volviese a nuestro medio natural, y consiguiendo un núcleo de población estable en nuestra tierra.
Así, en el mes de julio del pasado año, en el sur de Ciudad Real, se iniciaron las reintroducciones con la suelta de Kiowa, una hembra 12 ejemplares en esta zona, entre los que se incluye Lua, una hembra que también se ha soltado hoy.
No obstante, hay que destacar que hasta el momento todos los animales reintroducidos se han adaptado de manera satisfactoria, lo que confirma la idoneidad de las zonas seleccionadas para su puesta en libertad.
De igual forma, en la zona de los Montes de Toledo -donde en 2014 se reintrodujeron ocho ejemplares de lince- dos de ellos han salido de la zona como consecuencia del natural movimiento dispersante de esta especie.
Los nombres de los linces liberados comienzan por la letra L porque es la que corresponde a los animales nacidos durante este año; en 2014 comenzaban por K. En esta ocasión, el nombre de Lila lo han decidido los alumnos del Colegio Público Nuestra Señora Del Sagrario de Mazarambroz.
En el caso de Lava, su nombre fue elegido por el personal del Centro de Cría del Acebuche, en Huelva, de donde procede.