Según ha publicado el diario económico CincoDías en su edición del martes 13, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha decidido liquidar la sociedad pública Aeropuertos de Madrid, que tenía como principal encargo promover el llamado aeropuerto de El Álamo, una aspiración de las aerolíneas de vuelos de negocios que no disponen en la zona centro de las instalaciones que demandan y que, como publica el periódico, «operan en instalaciones provisionales y exigen utilizar la T-3 de Barajas, como les habían prometido».
En Toledo, los propietarios del aeródromo de Casarrubios, que intentan una ampliación para su conversión en aeropuerto para jets privados, la aviación de los ejecutivos, lo interpretan como la eliminación en sus aspiraciones, ya que los deseos de Madrid eran competencia directa. El Álamo y Casarrubios están en la misma zona, solo que cada uno a un lado de la frontera; el primero, en la Comunidad de Madrid; y el segundo, en Castilla-La Mancha, al norte de la provincia de Toledo y con 700 metros de pista en la localidad toledana y 300 en el término de El Álamo.
Se proyectó una ampliación en 2002, pero se paralizó al entrar en juego el de Madrid. A 27 kilómetros de la Plaza de Castilla, este aeródromo necesitaría una inversión pequeña comparada con cualquier otro proyecto de similares características, ya que las instalaciones existen, están operativas, disponen de su propio espacio aéreo y solo habría que ampliar la pista, fundamentalmente.
Se ha hablado de que podría bastar con una inversión de unos 15 millones de euros y los propietarios del aeródromo están abiertos a inversores de todo tipo, además de haber ofrecido a la Comunidad de Madrid colaboración para desarrollar una infrestructura de mutuo acuerdo y que prestara servicio a las dos regiones vecinas.
Madrid tenía previsto destinar 180 millones de euros al proyecto, pero finalmente ha descartado la operación. La congelación de inversiones en infraestructuras y los problemas económicos que viven muchos aeropuertos en España parecen estar detrás de la decisión de la comunidad vecina.
El proyecto de ampliación fue presentado en la pasada legislatura al exconsejero de Ordenación del Territorio, Julián Sánchez Pingarrón, quien tramitó una declaración de interés regional para esta iniciativa. Tras el cambio de Gobierno, se ha dado a conocer al actual viceconsejero de Fomento, Luis Ques.
En Casarrubios están convencidos de que su situación no tiene que ver con la crisis del sector. Los vuelos de negocios no tienen más espacio en la zona centro de España que Barajas, que da prioridad a la aviación comercial.
En este sentido, consideran que la ampliación de instalaciones, de acuerdo con un proyecto privado de inversión que necesita los permisos del Ministerio de Fomento, sería un negocio interesante desde el primer momento. Se trata en este caso de un aeropuerto privado, no público, con instalaciones y espacio aéreo que ya existen, para complementar Barajas, no para competir con el gran aeropuerto español.
La empresa del aeródromo toledano estima que podrían crearse hasta 1.000 puestos de trabajo con la ampliación para su conversión en aeropuerto y calcula una actividad económica con repercusión muy positiva en el PIB regional.
De hecho, Cinco Días publica hoy declaraciones de José Ramón Barriocanal, presidente de la patronal de aerolíneas de vuelos de negocios, quien afirma que El Álamo «era una alternativa adecuada a medio plazo» para solucionar los problemas de la aviación ejecutiva en la capital de España, que es el principal mercado del sector.
El periódico ofrece como datos que Madrid es el destino o el origen de la mitad de los aproximadamente 50.000 pasajeros y 9.000 vuelos que la aviación ejecutiva realizó en España en 2011, ejercicio en el que registró un descenso del 4,5 por 100 con respecto al año anterior.
La «mala prensa» de los aeropuertos en estos momentos y muy especialmente en esta región por el fiasco de Ciudad Real ha frenado las declaraciones de los responsables públicos sobre el proyecto de Casarrubios. Sin embargo, fuentes relacionadas con el aeródromo han explicado a encastillalamancha.es que si se sigue la tramitación ordinaria el proyecto podría salir adelante y convertirse en un impulso económico para la zona, para la provincia de Toledo y para Castilla-La Mancha.