sábado, 23 de noviembre de 2024
El robo de un tesoro sentimental 10/02/2012junio 14th, 2017

Increíble pero cierto: en Carrascosa de Tajo, una pedanía de Cifuentes (Guadalajara), y por tanto una población muy pequeña, aún reina la inquietud debido a que, tras lo sucedido el pasado 25 de enero, creen que cualquier hurto es posible, que no hay lugar a la tranquilidad después de que unos ladrones robaran la vieja campana de la iglesia, de 300 kilos y ya «jubilada», que descansaba en el patio de la parroquia a la espera de ser exhibida sobre una peana, dado el valor sentimental que la misma tenía para los vecinos puesto que estos habían sufragado su construcción mediante una cuestación.

La noticia fue avanzada en su día por SER Guadalajara. El alcalde, Pablo Espada, explica que el robo fue cometido a plena luz del pasado 25 de enero, sobre las 14:30 horas. Siempre según la narración del alcalde, unos vecinos fueron testigos de cómo una furgoneta se dirigía a la iglesia del Santísimo Cristo de la Misericordia, y llegando al patio de la misma, daba marcha atrás para acceder al mismo. Pasado un rato, la campana, que estaba en el patio a la espera de ser alzada sobre una peana para ser exhibida para el disfrute de los vecinos, ya no estaba.


El alcalde dice que tuvieron que ser al menos cuatro personas «fornidas» las que tomaron la campana, la arrastraron y la introdujeron en la furgoneta. Dada la pequeñez de la pedanía, está claro que los ladrones no eran del pueblo, cuyos vecinos andan algo inquietos dado que, «si es posible que roben una campana de 300 kilos, cualquier hurto es posible», explica Espada.

La campana tenía un gran valor sentimental para los vecinos -y por ello iba a ser exhibida- ya que fueron ellos mismos los que hicieron posible su construcción con una exitosa cuestación. Por todo ello la campana incluía los datos de la fecha de fabricación (1956) y la dedicatoria al párroco. Hace cinco años surgieron una grietas en la campana que estropearon su sonoridad hasta provocar su «jubilación» y sustitución por la que hoy se encuentra en la iglesia.

La vieja campana reposaba en el patio de la parroquia ya que habían falta hasta ocho personas para alzarla y colocarla sobre una peana de piedra en en el patio de aquella. De hecho, el patio ya estaba arreglado para albergar el curioso tesoro sentimental de Carrascosa de Tajo, ya que no patrimonial.

El alcalde revela que el Arzobispado de Sigüenza se ha hecho eco del hurto y ha dirigido un comunicado a las autoridades en el que pide una mayor protección para los monumentos religiosos de la comarca a fin de que no vuelva a ocurrir algo parecido.

El hurto fue denunciado en la Guardia Civil de Trillo sin que hasta la fecha se hayan tenido noticias ni de la campana ni de los ladrones.

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