José Luis, asturiano de 38 años, lleva ya en una semana más de 5.000 kilómetros para dar a conocer la importancia de donar médula ósea y concienciar a la gente que «es mucho más sencillo que donar sangre» en viaje que acaba el domingo concluirá en su localidad natal, Tineo (Asturias), tras visitar las 52 capitales de provincia de toda España.
En declaraciones a Efe tras aterrizar esta tarde en la Plaza de Zocodover de Toledo, tras empezar el día en Cáceres y pasar por Ciudad Real, José Luis defiende que «yo soy uno más, pero detrás hay miles, y entre todos perseguimos que llegue a la gente, a la calle, porque yo nunca jamás, ni anunciado, ni en carteles, vi en mi vida una campaña de donación de médula ósea».
Bajo el lema ‘Donar médula salva vidas’, en folleto que reparte por donde para, José Luis explica que «donar médula es más fácil de lo que todo el mundo tiene en la cabeza idealizado» y lo justifica: «es verdad que en algunos casos hay que pinchar, pero son los mínimos» porque ahora la mayoría de los trasplantes son por vía.
«Como una transfusión de sangre, por las venas, más sencillo que donar sangre, porque a uno le sacan medio litro de sangre y se la llevan y cuando se dona médula se sacan las células madre y la sangre se devuelve», aclara.
Este asturiano que en 2009 le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin (cáncer linfático) y ha sido sometido a dos trasplantes -uno de su propia médula y otro de su hermano- dice pasarlo «muy bien» porque, precisa, «estoy conociendo sitios de España donde no había estado y anda en moto, mi gran pasión».
Se sincera cuando recuerda que «salí de la depresión de la que estuve a punto del suicidio gracias a esto, y ahora, si puedo ayudar a transmitir el mensaje para salvar vidas, sería lo máximo».
Porque, valora, «yo tampoco pensé que me iba a tocar un cáncer, nunca, jamás, y sin embargo ya lo tuve dos veces».
Recuerda que su misión es entregar el folleto explicativo que da todas las claves de la enfermedad y de la donación: «es lo único que pido, que lo recojan y lo lean, porque nadie piensa que va a tener un cáncer y a esta lotería jugamos todos», advierte.
José Luis reconoce que en la mayoría de ciudades ha tenido buena aceptación y que «es mucho más receptiva» la gente joven que la adulta: «que te dice que llevan mucha prisa y no miran siquiera lo que es» lamenta sin perder la garra y empeño por ayudar a salvar alguna de las 300 personas que mueren al año en España.
Hoy se queda en Toledo, pese a tener pensado dormir en Madrid. «Me ha convencido la gente que me ha recibido», relata tras explicar que le van a cambiar un amortiguador que se le rompió apenas llevaba 200 kilómetros desde que salió de Tineo hace una semana, «y gratis», y el Ayuntamiento también le costeará el hospedaje.
«He tenido una suerte terrible porque he tenido un recibimiento espectacular», agradece, «sólo por todo lo que han hecho se merecen que me quede aquí a dormir».
Mañana estará en Madrid, «con la moto arreglada y una comodidad que no tenía», y el miércoles reanudará la marcha que le llevará hasta Valladolid tras pasar por Soria, Burgos y Palencia, «la etapa más grande», el jueves transitará por Segovia, Ávila y Salamanca; el viernes concluirá en Orense tras visitar Zamora y León.
En la penúltima etapa estará en Pontevedra y Santiago antes de acabar en La Coruña y el domingo, en la etapa final, pasará por Ferrol y Lugo antes de llegar a su pueblo natal que «todo él está encantado, orgulloso».
Una aventura que, concluye, «creo que si tiene cabida en la sociedad» porque asegura, tajantemente, que «he notado que hay una desinformación terrible» de lo que es la donación de médula».