La Asociación de Personas con Lesión Medular y otras discapacidades físicas (Aspaym) colabora durante esta semana (hasta el próximo 26 de julio) con la Dirección General de Tráfico del Ministerio de Interior con el objetivo de concienciar a los conductores para evitar accidentes de tráfico. En los controles de velocidad que vean en las provincias castellanomanchegas de Albacete, Cuenca y Toledo estarán algunos de los miembros de Aspaym para animar a los conductores a no correr ni beber al volante y evitar así cambiar las ruedas del coche por las de una silla.
«Soy un veterano de la campaña», confiesa sonriente Lorenzo Fernández Fernández, pacense de nacimiento y toledano desde hace más de 20 años, que sufrió un accidente de tráfico cuando tenía 25 años y le dejó en silla de ruedas. Su sonrisa no desaparece incluso cuando cuenta que la vida «ya no es como antes».
A los 25 años tenía «mi vida solucionada para casarme, un trabajo que me gustaba, había comprado un local para montar mi taller…» y, después de una noche de fiesta, todo cambió.
«Con unas copas al volante y algún porrillo…» De aquello ya hace 32 años. Iban en el coche cinco amigos, él de copiloto. Optaron por volver a casa por carreteras secundarias, aunque eso implicase estar el doble de tiempo al volante.
UN SEGUNDO Y LA VIDA SE FUE «AL CARAJO»
Al alcohol se sumó la velocidad y «en un segundo el coche empezó a dar vueltas de campana«. Estuvieron entre cuatro y cinco horas tirados en la carretera porque «entonces no había móvil, te hablo del año 83». Al final un tractorista les encontró y… «la marcha te dura toda la vida», porque Lorenzo sufrió una lesión medular a la altura del ombligo que le dejó paralizada toda la parte inferior de su cuerpo. Su vida se fue «al carajo».
Logró habituarse a su nueva realidad. Fue en el Hospital de Parapléjicos de Toledo donde «me ayudaron a quitarme la silla de la cabeza y a ponerla en el culo».
Desde la asociación Aspaym, aliada del Hospital de Parapléjicos, ayudan a afrontar ese futuro donde todo es diferente desde, precisamente, el tema del coche hasta el de la vivienda para que todo sea accesible, además se dan cursos de formación y trabajan para que tengan una vida activa y estén integrados en la sociedad, explica María Muela, gerente de la asociación en Toledo.
DE 92 A 29 VÍCTIMAS MORTALES EN LAS CARRETERAS
Lorenzo, que ya está jubilado, se dedica a su huerto y a dar charlas para concienciar a los conductores del peligro que puede suponer la carretera si no se va con cabeza. En 2006 el índice de accidentes graves en las carreteras de la provincia de Toledo se situaba en 92 muertos y el año pasado era de 29, según los datos facilitados por el capitán jefe del Subsector de Tráfico de Toledo, Juan Carlos Blázquez, quien explica que el objetivo es que no muera nadie más en la carretera.
Pese a los controles y al descenso en el índice de accidentes, aún hay días en los que a cualquier hora se encuentran con madres que van a llevar a sus niños al colegio y dan positivo en un control de alcoholemia o con señores con traje y corbata que dan positivo en cocaína.
Otra causa que están detectando en los accidentes de tráfico es la distracción por usar el teléfono móvil, concretamente por enviar algún mensaje a través del Whatsapp. La multa a la que se enfrentan puede ascender a 200 euros y tres puntos menos en el carné. Esto es lo mínimo porque una distracción así, si además se circula sin cinturón, puede costar la vida.
Recuerda: «No corras, no bebas… no cambies de ruedas».