La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM) considera que los incendios ocurridos en una nave de residuos de disolventes en Chiloeches (Guadalajara) y en el vertedero de neumáticos de Seseña (Toledo) se hubieran evitado creando unidades de Calidad Ambiental.
En un comunicado, este colectivo ha explicado que el reglamento que regula el Cuerpo de Agentes Medioambientales desde el año 2000 establece el desarrollo de un servicio de Calidad Ambiental «que 16 años después sigue sin ser desarrollado por los responsables políticos de Castilla-La Mancha».
El desarrollo de las unidades haría más efectiva la labor de los agentes medioambientales en cuanto a calidad ambiental y residuos, unas competencias que están ejerciendo «sin ningún impulso ni coordinación por parte de la Administración, actuando por iniciativa propia y con escasos medios para tan compleja labor», afirman.
En este sentido han explicado que desde el año 2010 agentes de la provincia de Guadalajara habían realizado hasta seis inspecciones en la planta de Chiloeches que, en algunos casos, derivaron en denuncia con la pertinente suspensión de actividad.
APAM-CLM ha pedido «voluntad política» al Ejecutivo regional para crear la citada unidad de Calidad Ambiental y dotar a los profesionales que la integren «de la formación, organización y medios adecuados para que casos como el de Chiloeches puedan prevenirse en el futuro».
Por otra parte, estos agentes consideran que el incendio de la planta de reciclaje de productos químicos de Chiloeches es un «desastre ecológico» de graves consecuencias «como la contaminación atmosférica o la fluvial» y anuncian que agentes forestales de la Comunidad de Madrid están investigando si la mortandad de multitud de peces muertos en el río Henares en su entrada a esta comunidad tienen relación con el caso este incendio.