De las dos millones de personas que componen la población de Castilla-La Mancha, una tercera parte -alrededor de 700.000- sufrirán algún tipo de alergia esta primavera. De esta cifra, en la mitad de los casos la causa serán los pólenes, siendo las gramíneas, el olivo, los cipreses, las salsolas y los plátanos de sombra -por este orden- las plantas cuyos pólenes más afectan a los pacientes de la región.
Ángel del Moral, alergólogo del hospital Virgen del Valle de Toledo, del HM IMI Toledo y presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología, explicaba a Encastillalamancha.es que esta primavera será una estación «moderada», con unos niveles levemente elevados, que «estarán en función de las próximas lluvias». «Lo mejor es que en estos meses llueva mucho, no haya viento y que las temperaturas sean altas».
Por sus condiciones climatológicas, con pocas precipitaciones y temperaturas más elevadas, Toledo y Ciudad Real son tradicionalmente las provincias con más problemas de alergias, siendo Cuenca y Guadalajara las que menos.
En relación a la primera causa de las alergias por polénes, las gramíneas -cuyo período de floración comprende entre finales de abril a finales de junio-, la previsión es que se registren 5.300 granos por metro cúbico de aire, lo que representa unos niveles moderados-altos. «Esta previsión se hace a raíz de las lluvias del otoño y el invierno; cuánta más agua caiga, más polen habrá en el ambiente». Explica que también influirá la climatología de los siguientes meses, y es que será beneficioso para los alérgicos que llueva mucho -para que el polen pese más y caiga al suelo-; que no haya viento -para que los polénes se muevan lo menos posible-; y que haya temperaturas altas -para que se sequen las gramíneas-.
Respecto a la segunda causa, el olivo, «todo apunta a que habrá niveles altos de pólenes». Con esta planta, a un año de bajos niveles le sigue siempre otro con picos altos, lo cual -tal y como ponía de manifiesto Ángel del Moral- está en consonancia con la cosecha, ya que a más polen más producción.
«Las salsolas, malas hierbas que crecen solas y que aparecen en lugares secos, dan problemas durante el verano; mientras que los cipreses y las arizónicas, desde finales de diciembre a primeros de marzo», si bien este año, «por el frío que ha hecho en enero y febrero, la polinización se ha retradao un mes».
Por último, los pólenes de los plátanos de sombra, más comunes en ciudades grandes, afectan durante la segunda quincena de marzo y los primeros días de abril. «Las temperaturas frías del invierno, en este caso, también han retrasado los efectos para los alérgicos».
Cada vez son más la personas que sufren alergias, de hecho, «se estima que para el año 2030 la mitad de la población será alérgica». En este incremento influyen muchos factores tales como la genética, la contaminación, condiciones ambientales, un estilo de vida en el que se consumen más medicamentos…
Para mitigar sus efectos, Ángel del Moral recomienda evitar la exposición en los peores días -«para lo cual es necesario estar bien informado y consultar webs como www.polenes.com«-; ir en coche con las ventanillas cerradas; cambiarse la ropa y limpiarse cara y manos cuando se llegue a casa; no tender la ropa en el exterior; cerrar las ventanas de la casa; usar gafas de sol…