El concejal de Gestión de los Servicios, Gabriel González, y el concejal de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras del Ayuntamiento de Toledo, Javier Nicolás, han comparecido en rueda de prensa para, a raíz de los análisis realizados por el Consistorio en el Tajo los días 18 y 19 de junio, probar que el vertido del arroyo del Aserradero no justifica la aparición de los peces muertos en el río ni el mal estado del mismo, tal y como ha argumentado la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).
Gabriel González ha puesto de manifiesto que la situación de las aguas es un problema histórico y no coyuntural, «no achacable al Ayuntamiento», pues «es algo que llevamos padeciendo los toledanos desde hace años por la incompetencia de muchas personas». En referencia al CHT ha indicado que su equipo de Gobierno no va a aceptar las «mentiras» e «insidias» sobre su «presunta culpabilidad».
Ha concretado que los técnicos municipales realizaron análisis en cuatro zonas del río a su paso por Toledo, tanto en aguas arriba como en aguas abajo. De estas mediciones han concluido que los niveles de nitratos -los culpables de la muerte de los peces- tomados en las inmediaciones del arroyo del Aserradero son incluso inferiores a los de otras zonas, por lo que desde el Ayuntamiento descartan totalmente que dicho vertido sea el responsable de lo sucedido en la ciudad en los últimos días. «Queda probado que el vertido del arroyo del Aserradero no justifica el deterioro, solo contribuye a echar una cortina de humo sobre este problema histórico», ha recalcado González.
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Vivienda e Infraestructura ha explicado que hace más de 20 años la Diputación instaló en un sitio equivocado -en mitad del caudal- el colector del arroyo, de ahí que cuando lleva mucho agua se colme de arena y no funcione correctamente. Ha apuntado que hasta hace poco esto venía siendo subsanado con las tareas del limpieza del Ayuntamiento pero que actualmente, y después de tanto tiempo, ya no tiene solución. Por ello -ha proseguido-, la Diputación realizó un proyecto técnico para colocar allí un nuevo colector que, tras ser aprobado por la institución provincial en mayo de 2011 por una cuantía de un millón de euros, se quedó parado hasta que la ciudad lo ha remitido a la CHT, de tal forma que «lo último que sabemos es que iban a pasarlo a presupuestos».
Los concejales igualmente hacían mención a los vertidos de Azarquiel y del colector de la Olivilla, resueltos por el Consistorio con una inversión de 300.000 y 100.000 euros, respectivamente. «Nosotros arreglamos los problemas, lo que no puede ocurrir es que algunas instituciones que no se sabe para qué están sigan mirando hacia otro lado».
Instan a la Confederación Hidrográfica del Tajo a que acepte la invitación de diálogo ofrecida por el alcalde Emiliano García-Page, cuya solicitud de reunión ya ha sido formalizada, e insisten en que el trasvase y el deficiente tratamiento de las aguas residuales en la Comunidad de Madrid están en el origen de la falta de oxígeno para los peces.