Los bomberos del Ayuntamiento de Guadalajara, en huelga desde el pasado 7 de febrero, han alertado sobre «las muchas deficiencias» de los hidrantes que deben emplear en la capital para apagar un fuego y que compromete su eficacia, si bien el gobierno local lo ha negado.
Según un informe elaborado por los propios miembros del servicio, una gran parte de la superficie de la ciudad tendría dificultades en caso de incendio porque «o no se encuentra dentro del radio de influencia de los hidrantes o estos no tienen presión suficiente para el servicio».
«Esta situación supone riesgos para el ciudadano así como para los propios bomberos«, ha explicado el portavoz del colectivo, Julio Prego.
Entre los edificios que presentan estas deficiencias figuran centros docentes y sanitarios, de ayuda social y deportivos así como gasolineras o lugares de pública concurrencia.
Además de la presión insuficiente, los bomberos han denunciado la falta de señalización de los hidrantes así como gran variedad de arquetas que dificulta su identificación.
A estas denuncias el portavoz ha añadido las dificultades de acceso a muchas calles de la capital por su intrincada geografía o la presencia de bolardos o marquesinas que impiden el paso de los camiones del Servicio de Extinción de Incendios.
EL AYUNTAMIENTO: «LOS DATOS NO RESPONDEN A LA REALIDAD»
Por su parte el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Guadalajara, Armengol Engonga, ha asegurado, a través de un comunicado, que los datos denunciados por los bomberos «no se corresponden con la realidad».
Según el concejal, la mayoría de los hidrantes de la ciudad se encuentran en buen estado, muchos han sido renovados en numerosas calles desde 2009 y se ajustan a la normativa vigente: UNE-EN14339 y UNE-EN14384, así como a la normativa técnica de prevención número 42.
Asimismo, ha afirmado que en la mayor parte de la superficie urbana existen hidrantes cada 200 metros y bocas de riego distribuidas por toda la ciudad que son revisados de forma periódica por los propios bomberos y la empresa de gestión del agua.
El concejal de Seguridad ha enmarcado la denuncia «en el calendario de acciones reivindicativas iniciadas por algunos bomberos con las que persiguen un incremento salarial de 400 euros mensuales que es inviable por motivos legales».
En este sentido, ha lamentado que los bomberos alarmen «innecesariamente» a la población para avanzar en sus reivindicaciones.
Engonga ha advertido de que el Ayuntamiento estudia adoptar medidas por estas conductas que podrían constituir una «falta disciplinaria grave que puede ser sancionada» en base al artículo 138 de la Ley 4/2011 de Empleo Público de Castilla-La Mancha.
El portavoz de los bomberos ha confirmado que dos miembros de la Policía Local han informado de esa posibilidad a los bomberos que iban a presentar el informe y ahora el colectivo estudia presentar cargos contra el concejal de Seguridad por coacciones.