Los bomberos del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamento de Toledo (Cepeis) han anunciado la adopción de medidas de protestas que, si no obtienen resultados, podrían desembocar en movilizaciones, como ya ocurriera en 2014. La decisión ha sido tomada por la mayor parte de la representatividad en la empresa, integrada por los sindicatos CGT y CSIF. El resto de la representatividad sindical, aunque creen que las peticiones son «justas y razonables», no se suman de momento a las medidas de presión.
CGT y CIF denuncian una gran cantidad de «problemas» en el servicio.
Entre los «problemas» denunciados por la mayor representatividad sindical en el Consorcio, encuentran las «carencias de personal: 11 años si convocar plazas, casi un tercio de la plantilla, interina, interinos con hasta 15 años de servicio que no saben cuándo se van a examinar (muchos de los interinos rondan la cincuentena)».
También denuncian «raquíticas dotaciones mínimas, en el Parque comarcal de Toledo (la mayor parte del año, un cabo, un conductor y dos bomberos para 44 pueblos y más de 100.000 habitantes); y en el de Santa Olalla (la mayor parte del año, un conductor y dos bomberos para 68 pueblos y 100.000 habitantes)».
Asimismo, aseguran que hay «falta de vehículos especiales», ya que «solo hay un vehículo auto escala con 25 años y casi siempre de baja, sobre el que no hay formación». De igual manera, denuncian que hay un único vehículo nodriza y los vehículos usados como primera intervención «superan los 25 años y no tienen las más elementales medidas de seguridad».
Piden además protocolos de actuación y formación (organigramas de trenes de salida y funciones de los bomberos en vehículos especiales) y afirman que se reconoce la figura del cabo como jefe de dotación.
Por otro lado, aseguran que el Cpeis carece de convenio colectivo o acuerdo regulador desde diciembre de 2013, subrayando que «el presidente del Consorcio, Tomás Villarrubia, se niega a la renegociación hasta 2019, por lo menos». También denuncian que «se niegan a negociar hasta 2019 las concidiones del día a día, así como a aplicar el Acuerdo Marco de la Diputación a pesar de estar firmado».
Otro de los problemas que denuncia la Asamblea General de Trabajores del Cpeis es que el parque de Toledo lleva «12 años como provisional, con una nave carente de cualquier parecido con un parque ni las más elementales medidas de seguridad, sin un lugar para la formación o maniobras diarias, en una localización desastrosa y peligrosa dentro del casco urbano de Toledo».
Por último, denuncian el cobro de tasas a los demandantes del servicio o afectados, «aparte de que se está pagando dos veces por un servicio esencial, lo que está ocasionando problemas operativos», precisan.
Por todo lo anterior, la Asamblea ha acordado que no se firmen los partes de personal y los partes de intervención y no hacer horas extras «salvo las de prolongación de jornada por intervención».