La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha mostrado su preocupación por las repercusiones que puede tener, para el control efectivo de los daños agrícolas producidos por conejos, la entrada en vigor de la orden por la que se obliga a la vacunación contra la rabia a los hurones destinados a la caza.
En un comunicado, la Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha calificado de «desproporcionada» esta norma establecida por la Consejería de Agricultura, que para esta entidad «tan sólo mantiene un afán recaudatorio».
La medida acarreará que en las sociedades de cazadores solo pueda haber un número «muy limitado» de hurones dado el coste que supondrá la vacunación, ha advertido el presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Juan de Dios García.
Según García, el número de hurones será «insuficiente» para hacer frente a las necesidades que se requieren para llevar a cabo un control adecuado de las poblaciones de conejo en aquellas zonas cuya presencia está causando daños a la agricultura.
Debido a esta circunstancia la medida también ha causado preocupación en la Asociación Jóvenes Agricultores (Asaja), con la que la federación mantiene un continuo contacto, ha añadido.
La nueva norma fijada por la Consejería de Agricultura establece la obligatoriedad de vacunar anualmente contra la rabia a los hurones mayores de tres meses de edad la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, a los que también se les debe instalar un microchip de identificación.