La consejera de Agricultura, María Luisa Soriano, ha destacado la importancia de contar con centros de interpretación de los espacios naturales, ya que «atraen a nuevos visitantes» y ponen en valor la riqueza natural de la región.
Así lo ha señalado hoy en Malagón María Luisa Soriano, donde ha firmado un convenio de colaboración con el Ayuntamiento ciudadrealeño para abrir y gestionar un centro de interpretación sobre la reserva natural de Las Navas de Malagón, que incluye un completo programa de divulgación y sensibilización que llevará a cabo el Consistorio en unas instalaciones cedidas por la Consejería de Agricultura.
Soriano ha recordado que hasta el momento hay abiertos diez Centros de Interpretación en la región para atender a los visitantes de espacios naturales y ofrecerles información sobre estas áreas de alto valor ecológico y las actividades que pueden realizar en ellos.
«Estos centros permiten fidelizar a los visitantes y hacerles vivir una experiencia única, ya que se les hace partícipes de muchos aspectos que de otra forma podrían pasar algo más desapercibidos y se les ofrece una completa información contextualizada sobre el entorno», ha indicado la consejera.
Soriano ha remarcado el trabajo que realiza el Gobierno regional para fomentar el turismo rural en una región que «es privilegiada por su patrimonio natural y que sigue teniendo un gran potencial para atraer visitantes en segmentos tan interesantes como el turismo activo, de naturaleza, cinegético, gastronómico o cultural».
Esta labor se ha concretado en actuaciones como la apertura de centros de interpretación; los 13,6 millones de euros en ayudas públicas -cofinanciadas por la UE, el Ministerio y la Consejería de Agricultura- para la puesta en marcha de 382 proyectos de turismo rural, que han supuesto la creación de 254 puestos de trabajo, o los casi 3,5 millones en ayudas para 207 proyectos de conservación y mejora del patrimonio rural.
En virtud de este acuerdo, las actividades serán gratuitas e irán especialmente dirigidas a escolares y jóvenes de la zona, así como a diferentes sectores sociales involucrados en el aprovechamiento y disfrute de este espacio protegido.
Las reserva natural de las Navas de Malagón está compuesta por tres lagunas de origen volcánico, que datan de la edad pleistocena.
Son unas depresiones en el terreno, originadas por el ascenso de magma que no llega a salir a superficie, y que al interferir con los acuíferos someros produce una intensa actividad explosiva.
Estas explosiones rompen los afloramientos cuarcíticos, predominantes en la zona y hacen que se formen unas depresiones (maares), que se ocupan por agua de forma estacional.
Estos maares se originan en las fracturas del terreno en el piedemonte de la Sierra de Malagón y abarcan desde Las Rabinadas hasta el río Bañuelos.
En las depresiones mayores se alojan las tres Navas: Grande, Medio y Chica, la mayor de ellas, Nava Grande, con una extensión de 60 hectáreas y una profundidad máxima de 20 metros, es de origen volcánico y hace que presente en su perímetro un anillo de toba.
Estas lagunas endorreicas recogen las aguas de lluvia y presentan una salinidad muy variable, peculiaridad que hace de ellas un espacio con muy alta diversidad biológica, pero también muy vulnerable.
Por estos motivos, las Navas están declaradas Reserva Natural, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC).
Las aves acuáticas residen en ellas de forma estacional, destacando la malvasía cabeciblanca (en peligro de extinción) y otros tipos de ánades y zancudas, y entre los anfibios sobresale la presencia de la ranita de San Antonio y el tritón pigmeo.
La flora es abundante, destacando especies catalogadas de interés especial por el Catálogo de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha, como son la riella helicophylla y nitella yalina.