lunes, 25 de noviembre de 2024
Agustín Conde y Fernando Urrutia 12/07/2012junio 13th, 2017

15 años después. Uno de los días que jamás olvidarán los españoles porque, de una u otra forma, marcó nuestras vidas. Fue atroz y sólo pensar en ello te hace rememorar momentos de rabia, de indignación y de otras muchas cosas más.

El jueves 12 de julio se cumplen 15 años desde que la banda terrorista ETA asesinara a sangre fría a Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua, lo que provocó la mayor movilización social vista en el País Vasco y, por ende, en el resto de España contra los asesinos.


Hubo varios castellanomanchegos que vivieron prácticamente las últimas horas del desenlace allí, en Bilbao, y por ello hoy, para traer el recuerdo del concejal asesinado, les contamos cómo fueron para dos de ellos esos minutos de angustia, de pesar…

Hablamos de quien en ese momento, en julio de 1997, era alcalde de Toledo, el también «popular» Agustín Conde, hoy diputado en el Congreso; y de su entonces jefe de gabinete, Fernando Urrutia, hoy director general de Comunicación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y natural de Bilbao.

«SALIMOS DE TOLEDO A LAS 5.30 DE LA MADRUGADA, CASI 12 HORAS DESPUÉS LE MATARON»

Quien nos recuerda precisamente la historia es el propio Urrutia. «El viernes sabíamos que se estaba preparando una gran manifestación en Bilbao (fue el sábado 12 de julio de 1997 cuando le asesinaron, dos días después de secuestrarle) para el día siguiente, y dijo Conde que nos íbamos para allá. Por eso el mismo sábado, a las 5.30 de la madrugada, cogimos el coche y nos fuimos a Bilbao».

Llegaron aproximadamente cinco horas después, sobre las 10.30 horas, apenas 90 minutos antes de que una inmensa riada humana echara a andar. «Recuerdo la tensión del momento por la situación que se vivía y el calor horroroso. He estado en varias manifestaciones a lo largo de mi vida, pero no recuerdo una como ésa, fue la más sentida, donde más rabia contenida había, la más…».

Poco después se desplazarían hasta el famoso hotel Ercilla, en la capital vasca, donde coincidieron con algunos de los miembros de la plana mayor del PP, entre ellos el entonces presidente de España, José María Aznar.

Ese mismo día fallecía Miguel Ángel Blanco después de que el etarra Txapote le disparara en dos ocasiones en la cabeza. ETA le había secuestrado 48 horas antes, cuando el concejal regresaba, después de comer en casa de sus padres, a su trabajo en una asesoría laboral en Eibar, a tres kilómetros de Ermua.

La banda terrorista había exigido al Gobierno de Aznar, a cambio de no asesinar a Blanco, que trasladara a los presos etarras a cárceles de Euskadi en el plazo de 48 horas. Como el Gobierno no cedió al chantaje, ETA asesinó al concejal y le abandonó en un sendero a las afueras de Lasarte, maniatado y gravemente herido a consecuencia de dos disparos en la cabeza que le causaron la muerte horas después.

A partir de ahí su nombre, su figura, su fotografía y su espíritu (el de Ermua) es recordardo en toda España.

HORAS DESPUÉS, VUELTA A LA CARRETERA

Horas después de la manifestación, tanto Conde como Urrutia se ponían de nuevo en carretera y regresaban a Toledo. Miradas de rabia y emoción contenida, o no. Esa noche se casaba en Toledo Silvia Calvo, actual secretaria del presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha y quien entonces formaba parte del gabinete de Conde.

Una celebración muy amarga, como bien se pueden imaginar. A nuestros dos protagonistas apenas les dio tiempo a llegar a la cena.

Si es que les quedaban ganas de comer algo…

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