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Varias organizaciones 05/11/2014junio 8th, 2017

SEO/BirdLife y Ecologistas en Acción han denunciado hoy ante el Organismo Autónomo Parques Nacionales las obras «ilegales» de ampliación de una vivienda, creación de una pista y de una zanja para instalar una línea eléctrica, llevadas a cabo en una finca privada dentro del Parque Nacional de Cabañeros.

La denuncia, a la que ha tenido acceso EFEverde, indica que dichas obras tuvieron lugar los tres últimos meses en una parcela perteneciente a la familia del naviero Alejandro Aznar, marido de Mónica Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios.


La finca, situada en el término municipal de Alcoba de los Montes (Ciudad Real) ocupa 7.000 hectáreas de las aproximadamente 18.000 que algo más de una decena de propietarios privados poseen en este Parque Nacional situado entre la citada provincia y la de Toledo, con un total de 40.828 hectáreas.

Según aseguró a Efe Miguel Ángel Hernández, portavoz de Ecologistas en Acción en Castilla-La Mancha, «los terratenientes de Cabañeros» que llevan a cabo actividades cinegéticas en sus fincas «se beneficiarían» de la propuesta del PP de prorrogar la caza en los Parques Nacionales hasta 2020, frente al límite de 2017 fijado en la ley actual de 2007.

La denuncia adjunta fotos de las obras llevadas a cabo en la propiedad, a las que han tenido acceso SEO/BirdLife, Ecologistas en Acción y WWF, y en ellas se aprecia tanto una ampliación respecto a la vivienda anterior, como la existencia de una nueva pista de grava compactada de cerca de dos kilómetros de largo y cuatro metros de ancho situada, en parte, sobre una vía pecuaria.

El texto, dirigido también al director del Parque Nacional de Cabañeros, Carlos Rodríguez-Vidal, pone de manifiesto «que las actuaciones mencionadas incumplen la Ley de Parques Nacionales» y «no han sido sometidas a un procedimiento de evaluación ambiental».

Por ese motivo solicitan «una investigación para el esclarecimiento de los hechos denunciados y la determinación de las responsabilidades a que hubiese lugar».

Piden el inicio de un «procedimiento sancionador» y que, si así procede, «se imponga al infractor la obligación de reparar el daño causado y, subsidiariamente, que se indemnice los daños y perjuicios que no puedan ser reparados, imponiéndose al infractor las multas coercitivas necesarias para cumplir lo ordenado en caso de no realizar voluntariamente la reparación».

Asimismo, reclaman «medidas preventivas para asegurar la eficacia de la resolución final».

Hernández avanzó que las tres citadas organizaciones estudian denunciar estas «obras» ante la Fiscalía de Medio Ambiente basándose en que «se ha intervenido sin control en el hábitat de especies altamente amenazadas, como el águila imperial o el buitre negro, y se ha desmontado la vegetación de un Parque Nacional para instalar una línea eléctrica y una nueva pista».

Esa pista vendría a ser la tercera que da acceso a la vivienda en este Parque Nacional, ya que los ecologistas sostienen que ya existen otras dos.

Cabañeros, que en breve cumplirá 20 años desde su declaración con la máxima categoría de protección existente en España, representa los ecosistemas de bosque Mediterráneo en la red de Parques Nacionales, y en el habitan especies de flora únicas, y ejemplares de otras especies amenazadas como buitre leonado o el águila real.

Las actividades de caza comercial que se llevan a cabo en el parque tienen lugar sobre todo entre los meses de octubre y febrero y afectan a especies como el ciervo o el jabalí, que actualmente abundan por la ausencia de sus depredadores naturales, el lobo y el lince, esta última con posibilidades de reintroducción en un futuro próximo, denuncian.

Los ecologistas consideran que «la existencia de caza comercial, que no atiende a criterios de control de poblaciones científicos, merma la categoría de un Parque Nacional ante las organizaciones conservacionistas internacionales». 

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