Los padres de la menor de 16 años de Torralba de Calatrava (Ciudad Real) fallecida el pasado 13 de noviembre, cuatro días después de tratar de quitarse la vida como consecuencia de un presunto acoso escolar, han pedido «justicia» y que los presuntos acosadores «salgan a la luz».
Antes de declarar en las diligencias previas que ha abierto el juzgado de instrucción número 3 de Ciudad Real para esclarecer el caso, el padre de Mónica Patricia, Juan Jaramillo, ha reiterado su petición de justicia para esclarecer el presunto «acoso» que padecía su hija tanto en el instituto donde estudiaba, el IES Maestro Juan de Ávila de la capital manchega como «fuera» del centro.
El padre de la menor, de origen ecuatoriano, ha relatado que en «dos ocasiones», los pasados 17 de octubre y 7 de noviembre, solicitaron el cambio de centro, pues, según confesó la menor a su madre «la fastidiaban constantemente».
En este sentido, el abogado de la familia, Ramón Alén, ha recordado que en sendas reuniones con el jefe de estudios y la dirección del centro la familia tuvo «la negativa» como respuesta, pese, a que la chica había «identificado en un panel de fotografía» a los presuntos acosadores.
El juzgado ha solicitado al centro educativo y a la consejería que remitan el expediente completo de la investigación que se abrió «a instancias de la presidenta Cospedal» y que se identifique a los responsables educativos para que declaren en los próximos días, ha explicado el letrado.
Alén ha adelantado también que varias amigas de la fallecida testificarán a petición propia para aportar más información al presunto acoso que sufría Mónica y que incluso una de ellas aportará un «manuscrito donde se relataba con detalles los insultos y el acoso» hacia Mónica.
«Algo ha fallado en el sistema» cuando la alumna fallecida había encendido las alarmas en multitud de veces, ha dicho el abogado de la familia de la malograda menor.
Alén también ha recordado que la madre de Mónica había hablado también con la monitora del autobús para averiguar «lo que estaba ocurriendo en el trayecto» desde Torralba de Calatrava, donde reside la familia, con la capital manchega, donde cursaba estudios la joven.
En otra ocasión, según Alén, la madre también habló con la madre de un alumno que «otras veces había sido el autor de alborotos y acosos en el autobús escolar».
El letrado de la familia ha dicho no entender cómo desde la dirección del centro no activaron «la otra alarma, la del fracaso escolar» tras dos años con «problemas».