Los pueblos ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía han considerado «nefasto» el 2016 para los intereses de la zona, al haberse realizado 11 trasvases «injustos» que, han lamentado: «Desangran nuestros municipios y nos quitan la vida poco a poco, condenándonos a perderlo todo».
En un comunicado, han afirmado que la zona está en «números rojos en población, negocios, oportunidades de desarrollo y agua potable» porque «una vez más, las descerebradas y lamentables decisiones del Gobierno de España continúan provocando miseria y desolación entre nuestros vecinos», han señalado.
En 2016, han recordado, se han aprobado 11 trasvases, en total, «nada menos que 228 hectómetros cúbicos de agua, más otros 10 hm3 «que los regantes de Estremera han vendido a sus colegas del Levante» y que también han salido de los embalses de Entrepeñas y Buendía.
«A pesar de estar atravesando una época de menos lluvias, el egoísmo, la codicia y la insolidaridad» de los regantes del Levante se han impuesto sobre todo lo demás y, un año más, «con la connivencia del Gobierno central, continúan desvalijando los embalses de cabecera, arruinando los municipios ribereños y matando el río Tajo de principio a fin», hacen balance.
En su opinión «esto no es sequía, es saqueo«, ha afirmado el presidente de la asociación, Francisco Pérez Torrecilla.
En definitiva, ha dicho, el 2016 ha concluido con un «raquítico 17 por 100 de volumen de agua almacenada, lo que significa que la hipoteca sobre el Tajo continuará también en 2017», han indicado, y todo ello gracias al «nefasto Memorándum del Tajo, que quita la prioridad de uso del agua al propio río Tajo para dársela al trasvase», ha lamentado Pérez Torrecilla.
Ha pedido, en ese sentido, que en el nuevo año «se instaure el sentido común entre los ministros del Gobierno de España y que prevalezca la justicia en la gestión del río Tajo. Con eso sería suficiente para devolver a los ribereños el futuro que nos fue robado hace muchos años».