Cientos de toledanos y visitantes han acudido hoy a la catedral de Toledo para cumplir con la tradición de beber agua en botijos procedente del aljibe del claustro catedralicio, coincidido con la festividad de la Virgen del Sagrario, patrona de la ciudad.
Se trata de una de las tradiciones más arraigadas en la ciudad, que por segundo año consecutivo ha vuelto a llevarse a cabo en el interior del claustro de la Catedral, después de que durante varios años se hiciera en el exterior, junto a la Puerta del Reloj, debido a las obras que se estaban realizando en el templo.
Durante toda la mañana, ha habido un constante trasiego de toledanos y visitantes que han ido pasando por el claustro para cumplir esta tradición, de forma que hacia las 12:30 horas ya se habían repartido unos 6.000 litros de agua en los botijos habilitados a tal efecto, según han explicado a Efe los encargados de llenarlos.
Asimismo, han indicado que habitualmente reparten entre 9.000 y 10.000 litros en botijos, para que los toledanos puedan cumplir con esta tradición de beber agua del aljibe del claustro catedralicio el 15 de agosto, coincidiendo con la fiesta de la Virgen del Sagrario.
La tradición se remonta al siglo XVII y tiene una gran aceptación entre los toledanos, que puntualmente cada año se acercan a beber «el agua de la Virgen», como se la denomina coloquialmente.
También han cumplido la tradición autoridades políticas y religiosas, tras la celebración de la misa pontifical que han concelebrado en la catedral el arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez y el Cabildo Catedralicio.
El propio Rodríguez ha bebido agua del botijo, así como la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, el consejero de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Ángel Felpeto, y el vicepresidente de Transparencia, Hacienda y Buen Gobierno de la Diputación Provincial de Toledo, Ángel Luengo.
Los cuatro, como le ocurre habitualmente a muchas más personas, se han manchado algo al beber, ya que es necesario tener pericia para poder hacerlo de los botijos.
El arzobispo de Toledo ha dicho que es una «tradición bonita» y un «acto simpático» y ha hecho hincapié en la importancia del agua, un elemento «tan vital» para «calmar nuestra sed y la de los demás».
Por su parte, Tolón ha considerado: «Las tradiciones lo que hacen es afianzar más la cultura de una ciudad y nosotros desde el Ayuntamiento lo que queremos es afianzar las tradiciones, seguir con esta tradición tan toledana de visitar a la Virgen y de beber agua en el claustro de la Catedral, sobre todo para forjar el futuro».
«Si no hay tradición, si no se respeta, no podemos hablar de una ciudad de futuro y Toledo es una ciudad con mucho futuro, con mucha historia, siempre respetando lo que es la tradición y siempre mirando hacia más allá», ha añadido.
A su vez, Luengo ha felicitado a todos los toledanos en nombre de la Diputación Provincial y de su presidente, Álvaro Gutiérrez.