Un grupo de vecinos de la cuenca del Bullaque ha denunciado hoy el estado de sequía que presenta el cauce de este río en su curso alto, como consecuencia de la falta de aportes de agua y de no garantizarse el mantenimiento del caudal ecológico.
El incumplimiento del régimen de los caudales ecológicos previsto para este río en el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadiana, unido a la ausencia de precipitaciones lo suficientemente abundantes en los últimos meses que garanticen la circulación del agua, dejan imágenes «desoladoras» del estado actual del río, han declarado a Efe vecinos de Retuerta y Pueblonuevo del Bullaque, Piedrabuena y Porzuna.
El río Bullaque, uno de los más largos y caudalosos de los que discurren por la provincia de Ciudad Real y que atraviesa parte del Parque Nacional de Cabañeros, dejó hace semanas de recibir las aportaciones del caudal ecológico procedentes de la presa de Torre de Abraham.
Durante algunas semanas de este verano, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) estuvo desembalsando entre 300 y 500 litros por segundo, lo que permitió mantener el caudal del río, que ahora ha vuelto a quedar cortado y seco.
Estos vecinos han subrayado que la decisión de la CHG de interrumpir el caudal ecológico, que para este río se estima en una media de 0,56 m3 por segundo (lo que equivale al 8,76 % de las aportaciones naturales que recibe), pone en riesgo la conservación de los valores naturales de este espacio protegido.
Han recordado los denunciantes que los caudales ecológicos fijados por el Reglamento de Planificación Hidrológica tienen como fin contribuir a alcanzar el buen estado o potencial ecológico de los ríos y mantener, como mínimo, la vida piscícola que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, así como su vegetación de ribera.
En este sentido, han advertido de que el río Bullaque discurre entre sierras, montes y bosques de ribera de los mejor conservados que se conocen en Castilla-La Mancha, siendo un claro ejemplo de río mediterráneo estacional.
Bosques de fresnos, alamedas y saucedas se conservan en torno a sus riberas, en cuya superficie se pueden encontrar grandes praderas de nenúfares que tapizan enormes zonas de agua remansada.
Por su carácter endémico, destaca la presencia de comunidades vegetales de tamujo (Flueggea tinctoria), únicas de los ríos Guadiana, Guadalquivir, Tajo y Duero.
También son muy importantes, desde el punto de vista de la conservación, la presencia de especies autóctonas de peces como el barbo cabecicorto (L. microcephalus), el calandino (I. alburnoides) y la boga del Guadiana (P. willkommii), siendo el barbo la especie de mayor interés por ser endémica de la cuenca.
Los vecinos de los municipios ribeñeros han señalado que la conservación de los valores naturales del río Bullaque es compatible con el resto de usos que se le da al agua, como el abastecimiento y el riego.
En cualquier caso, han recordado que la cantidad de agua anual que se debe destinar a mantener el caudal ecológico del río es «considerablemente» muy inferior a la que se destina a uso agrícola o a la que se pierde «cuando se hace mal uso de este recurso».