El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Marcial Marín, ha valorado la mejora de los índices de calidad de la educación en la región, como la tasa de abandono escolar, que pone de manifiesto que ya se está trabajando en mejorar los resultados de la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA).
En un desayuno organizado por la Fundación CEEI Talavera-Toledo, Marín ha destacado que en Castilla-La Mancha ya se está trabajando para mejorar los datos del informe PISA, como pone de manifiesto la bajada de siete puntos en la tasa de abandono escolar que se ha registrado en dos años.
Marín ha subrayado que el abandono prematuro en la comunidad autónoma ha bajado del 33 por 100 en 2011 al 26 por 100, «básicamente porque el Gobierno regional se ha adelantado a la aplicación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), de la que es un firme defensor».
El titular de Educación ha apuntado también que en el último informe PISA se dice que se está fallando mucho en la resolución de problemas hasta para tener espíritu crítico, «debido a que los alumnos no entienden lo que leen».
En este sentido, ha subrayado que los 96 planes de comprensión lectora que se han puesto en marcha en Castilla-La Mancha ya están dando éxitos y ha recordado que el próximo curso escolar ya va a haber más peso de las asignaturas troncales, lengua, matemáticas y que habrá asignaturas que se van a impartir en inglés.
Asimismo, en relación a los últimos resultados de PISA, Marín ha dicho: «tenemos un gran problema, si nos quedamos de brazos cruzados España no va a tener futuro» y ha añadido: «el futuro lo representan los más de 400.000 alumnos que acuden a clase en los 1.730 centros que hay en la región».
Según Marín, el objetivo es los alumnos sea ayudado desde las familias, las administraciones y el profesorado, para que tengan competencia en matemáticas, comprensión lectora e inglés, que es el gran reto del Gobierno regional y de la presidenta Cospedal.
Es preciso llevar el inglés a todos los niveles educativos para hacer una educación bilingüe, ha apuntado Marín, quien ha aseverado: «nosotros tenemos el plan más ambicioso de que en 2018 los más de 1.700 centros educativos tengan al menos una sección bilingüe».
Por lo tanto, tendrán que dar al menos varias asignaturas en inglés, lo que requiere formación del profesorado, que conllevará pasar de los 1.500 docentes de nivel B-2 a 5.000 al final de la legislatura y 18.000 en 2018, ha agregado el consejero.
Ha insistido en valorar la importancia de la Lomce, que va a llevar «a la cultura del esfuerzo», ya que en las aulas «había una cultura de pasotismo y poco respeto», porque al establecer que se pasa de curso con cuatro asignaturas suspendidas «el perseguido era el alumno empollón y eso creaba un clima de relajación que llegaba a no respetar al profesor».