El consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, ha hecho un llamamiento para que se usen las desaladoras «que se han pagado con los impuestos de todos los ciudadanos del país, que están sin utilizar y que tenían como finalidad suministrar agua para los regantes de Levante».
Se ha pronunciado así, en declaraciones a los medios de comunicación antes de reunirse con el presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO), Herminio Molina, en un encuentro para informar de las necesidades de los agricultores de las provincias de Albacete y Cuenca, que representan más del 70 por ciento de la cuenca del Júcar.
El consejero ha debatido las necesidades de los agricultores de Albacete y Cuenca.
Martínez Arroyo ha insistido en la «solidaridad incuestionable» del Gobierno de Castilla-La Mancha en materia de agua y ha apuntado que «si hay que trasvasar agua para que haya consumo de boca, si es necesario, que se haga, pero lo que no puede mantenerse sine die son trasvases para riego».
Ha insistido en que, además, «ya es hora de que las desaladoras funcionen y ese es un compromiso en el que tienen que estar todos los gobiernos y, desde luego, el de Castilla-La Mancha considera que debe ser así».
Sobre las relaciones con la Administración central, ha echado en falta «mayor interlocución», aunque ha opinado que «no es el momento, con un Gobierno interino en Madrid, de tomar decisiones en cuanto a nuevos trasvases».
De la situación del Júcar, ha afirmado que «no puede ser que siempre tengan que pagar los regantes de la cuenca del Júcar, en la cuenca alta del río en Albacete».
Martínez Arroyo se ha referido a que «hay que buscar soluciones que sean compatibles con el desarrollo del sector agrario y de la actividad económica en la región» y se ha comprometido a trabajar en ello de la mano con la Junta Central de Regantes de La Mancha Oriental.
El consejero ha recordado que Castilla-La Mancha debería representar el 75 por ciento de la presencia en los órganos de decisión (CHJ) en esta cuenca y ha señalado que «no es así porque estas cuencas valencianas se consideran cuenca del Júcar».
Ha advertido de que «esto acaba perjudicando, no solamente desde la perspectiva de la negociación o de las mesas de diálogo sino también desde los propios intereses de los agricultores, es decir, de los regantes que están en la cuenca del Júcar, que son los de Albacete».
Además, los regantes de la Mancha Oriental también han defendido la importancia de que prevalezcan los derechos de la cuenca cedente.