sábado, 28 de septiembre de 2024
simulacro en Daimiel 10/03/2015junio 8th, 2017

Observadores de diversos ejércitos internacionales participan en el simulacro de catástrofe química a gran escala que tiene lugar en Daimiel (Ciudad Real), bajo el mando de la Unidad Militar de Emergencias (UME), para adquirir experiencias de cómo actuar en caso de una emergencia nacional.

Militares de países como Brasil, Perú, Japón, Chile, Portugal, Estados Unidos, Francia, Argelia o Marruecos se han interesado por conocer los detalles logísticos y tácticos que la UME emplearía en el caso de que se produjera una catástrofe similar a la que se está simulando estos días en Daimiel y que pudiera afectar tanto a la población civil como a valiosos espacios protegidos.


El comandante del ejército ecuatoriano, Luna Luis, ha explicado a los medios de comunicación que los ejércitos de los países que participan en este simulacro tienen la oportunidad de conocer los protocolos de actuación que la UME tiene establecidos para actuar en este tipo de situaciones.

Para estos ejércitos, ha indicado el comandante Luna, es importante conocer desde la parte logística del ejercicio hasta aspectos puramente centrados en la intervención inmediata y la organización de equipos.

El militar ecuatoriano ha reconocido que la mayoría de los países no tiene unidades especializadas como la UME, que pueden ser «muy efectivas» ante cualquier tipo de desastre que se pueda producir, incluidos los naturales que, por ejemplo, «son habituales en América Latina, donde se producen inundaciones, erupciones volcánicas o incendios de importancia».

Prestar ayuda a la población civil y preservar los espacios naturales son objetivos prioritarios para los ejércitos y este tipo de simulacros contribuyen a mejorar sus capacidades, ha resaltado Luna.

El teniente general jefe de la UME, César Muro Benayas, que es el encargado de coordinar a todos los efectivos tanto militares como civiles que participan en este simulacro, ha reconocido la importancia que tiene este tipo de actuaciones para formar al personal civil y militar de cómo se debe actuar ante este tipo de situaciones extremas.

Para el teniente general, la participación de todos los efectivos de emergencia, junto con los militares de los tres ejércitos y el personal civil, «supone un esfuerzo tremendamente complejo de coordinación», más cuando se simula una situación tan extrema como la que se ha planteado en Daimiel, donde se supone que tuvo lugar una explosión de productos químicos que produjo gran contaminación.

Según ha explicado el general Muro, la fase inicial ha sido el caos, que ha obligado a poner en marcha todos los efectivos de emergencias, pero, que, poco a poco, se ha ido controlando con cada una de las actuaciones previstas.

De hecho, hoy el ejercicio se ha centrado en trabajar en la evacuación y atención sanitaria de más de 1.000 heridos, que tenían el componente añadido de estar contaminados químicamente.

Además, el ejercicio también contemplaba la atención a los miles de damnificados que debían pasar por las áreas de descontaminación instaladas y la atención de los familiares en las morgues que se han dispuesto para acoger a los cadáveres de los fallecidos.

En todos estos lugares, ha reconocido el teniente general jefe de la UME, los especialistas tendrán que enfrentarse a situaciones simuladas que podrían darse en la realidad y «es ahí -ha comentado- donde demostrarán su preparación y formación. 

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