El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, ha reclamado en una carta al Papa Francisco que Guadalupe (Cáceres) pase a pertenecer a una de las tres diócesis extremeñas y deje de depender de Toledo, una histórica reivindicación de la región, a la que ha invitado a visitar de forma oficial.
Guadalupe y otros 30 pueblos de su entorno forman parte de la Diócesis de Toledo.
En la misiva, Monago ha recordado que los extremeños «gozan de la devoción» a la Virgen de Guadalupe, patrona de la región, y la consideran «como una seña de identidad», según ha informado la Cadena Cope en un comunicado y han confirmado a Efe fuentes del Gobierno extremeño.
La carta iba acompañada de un ejemplar del libro «Guadalupe, río de luz y ternura», escrito por el obispo de la Diócesis Coria-Cáceres, Francisco Cerro, y un ejemplar de «Tras los pasos de Abate Viajero», del escritor y sacerdote extremeño Jesús Sánchez Adalid.
En el acto institucional con motivo del día de la región de 2010, el antecesor de Monago, Guillermo Fernández Vara, reclamó también a las autoridades de la Iglesia Católica «que escuchen a la mayoría de extremeños» que reivindican que el Monasterio de Guadalupe deje de pertenecer a la Diócesis de Toledo, ya que sus razones «tienen que ver con el sentimiento».
El pasado mes de enero el nuncio apostólico del Papa en España, Renzo Fratini, declaró en una visita a la Archidiócesis de Mérida-Badajoz que la reivindicación sobre Guadalupe no era un asunto «capital» y que podría «dividir», ya que lo relevante es «la fraternidad».
La Asociación Cívica Extremeña Virgen de Guadalupe (Guadalupex) viene defendiendo desde hace años que el hecho de que este enclave cacereño pertenezca a la Diócesis de Toledo es un «anacronismo» que «ofende a la dignidad de la mayoría de los extremeños».