sábado, 23 de noviembre de 2024
Por el casco histórico de Toledo 06/04/2012junio 13th, 2017

Nuestra Señora del Amparo revitalizó un poco más, si cabe, las calles del casco histórico de Toledo. Jueves Santo, nueve de la noche y en un marco incomparable como la Catedral. ¡Qué luz aunque fuera de noche! Imagen de canastilla, madera policromada y realizada por el escultor toledano Cecilio Béjar, restaurada en 2001 por Enrique Toledo Brazal. Toledanos a cientos en las calles, daba igual que amenazara lluvia o arreciara el frío.


Desde la Catedral saliendo por la Puerta Llana y vuelta a su casa, no sin antes pasear por Cardenal Cisneros, plaza del Ayuntamiento, Arco de Palacio, Hombre de Palo, Cuatro Calles, Zocodover, cuesta de Carlos V, plaza del Horno de los Bizcochos, plaza de la Magdalena, Corral de don Diego, Tornerías, Plaza Mayor, Sixto Román Parro y Cardenal Cisneros.

¡Y de una singular belleza! La cofradía de Nuestra Señora del Amparo se fundó con la protección de la Fábrica de Armas de Toledo. Ya en 1842 existió una hermandad de beneficiencia para socorrer a los familiares y en 1952 se organiza la cofradía y se proyecta llevar a cabo un paso de palio con una virgen. La primera Junta Directiva fue realidad en 1957, siendo coronel director Manuel Jiménez-Alfaro y Alaminos, y elaboraron un reglamento.

El palio, los faldones y el manto de la virgen (¡que pesa 40 kilos!) son de terciopelo verde bordado en oro y seda de colores, confeccionados por las monjas adoratrices, quienes emplearon más de un año en hacerlo (pueden ver toda su bella en una de las imágenes). Y la corona es de plata sobredorada y labrada por un orfebre sevillano. No podemos olvidarnos del alma de la hermandad, los cofrades, quienes llevan hábito negro, capuchón, guantes y fajín verde y portan un medallón plateado al cuello.

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