Los desalojados de El Cavero, en Olías de Rey (Toledo), ya están instalados en el campamento habilitado por el ayuntamiento tras pasar las últimas horas en el recinto ferial al negarse a ir a las tiendas de campaña porque el suelo no estaba en condiciones, embarrado, y faltaba la luz. Ahora ya cuentan con generadores y, por lo tanto, tienen electricidad.
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El desalojo de la comunidad gitana de El Cavero (Olías del Rey), sobre las 12 horas, había dado un giro imprevisto, ya que los vecinos se dirigieron al recinto ferial porque afirmaban que el campamento habilitado por el Ayuntamiento no reúne unas condiciones mínimas de salubridad. Aseguran que el lugar -en el que se han instalado 15 tiendas de campaña y dos grandes carpas- se encuentra lleno de barro y sin acceso a agua y luz.
Finalmente, por la tarde, regresaron a las tiendas de campaña una vez que les solucionaron los problemas con la instalación de generadores.
Varios representantes de esta comunidad habían matenido un encuentro en el Consistorio con el alcalde de la localidad, José Manuel Trigo, quien les prometió que, de forma inmediata, solucionaría estos problemas.
«Continuaremos en el recinto ferial hasta que veamos que el campamento tiene las condiciones necesarias», señalaba por la mañana José Pardo, portavoz de las familias gitanas.
Asegura que no saben donde ir, que no tienen recursos y que nadie les alquila ninguna vivienda con los 1.800 euros que la Junta de Comunidades les ha dado como ayuda de emergencia.
El alcalde, por su parte, sostiene que el campamento «es una medida provisional», como las 23 plazas en el albergue público «San Servando» de Toledo que el Consistorio ha pagado para acoger allí a las mujeres embarazadas y a los ancianos.
LAS MÁQUINAS YA ESTÁN DERRIBANDO EL EDIFICO DE EL CAVERO
Mientras los portavoces del asentamiento se reunían con el alcalde, las máquinas de derribo entraban en el poblado para hacer efectiva la orden judicial y empezar a derruir el edificio perteneciente a la Tesorería General de la Seguridad Social que está declarado en ruinas.
Las familias se trasladaron primero al recinto ferial de Olías del Rey; horas más tarde se instalaron en el campamento con tiendas de campaña donde van a vivir un tiempo de forma provisional.