Tres años después de la primera subasta de solares casi gratis en Olmeda de la Cuesta, el pequeño pueblo de Cuenca con una de las poblaciones más envejecidas de España, su fisonomía ha cambiado y ya ha empezado el «reseteo» de población con nuevos vecinos «sin arraigo», pero que son el futuro de la localidad.
«Hemos llegado a tiempo antes de que se despoblara», declara a EFE su alcalde, José Luis Regacho, el impulsor en 2009 de esta iniciativa, que además ha puesto en el mapa mundial a esta localidad de La Alcarria conquense, a la que llegaron peticiones de medio mundo para participar en alguna de las tres subastas de solares que se han llevado a cabo hasta ahora.
Desde entonces, sus vecinos, muy envejecidos, han ido muriendo y cada vez quedan menos, lamenta Regacho, quien señala que «dentro de pocos años desaparecerán».
«Es un nuevo comienzo. Estamos reseteando la población», destaca este regidor de 48 años que trabaja sin descanso porque está empeñado en que el relevo generacional es posible para que su pueblo no desaparezca.
Esperan con anhelo a sus nuevos vecinos, entre ellos a una familia de maestros con hijos pequeños de Rivas (Madrid), que se van a construir una casa porque quieren un pueblo donde pasar los fines de semana y las vacaciones.
Este va a ser también el nuevo pueblo de un conductor de autobús de Parla (Madrid), que tiene familiares en La Alcarria y busca una segunda residencia.
Pero, además, un cocinero iraní que actualmente vive en Madrid ya ha firmado hace unos días las escrituras de su nueva parcela y se ha quedado con uno de los ocho solares que se adjudicaron en la última subasta de solares baratos, que ha tenido lugar este año.
La primera semana de enero se rubricará con otros dos adjudicatarios, explica Regacho, en este caso de Dinamarca e Inglaterra, ya que el eco de esta idea ha tenido calado internacional y hasta inversores del Golfo Pérsico se han interesado en los solares baratos cedidos por propietarios al Consistorio, que se ha encargado de desescombrarlos y sacarlos a subasta a precios económicos, algunos desde 200 euros.
«Hemos vendido todo lo que hemos ofertado», declara emocionado el alcalde, para quien es una satisfacción ver que desde que han empezado las obras para la construcción de viviendas «la fisonomía del pueblo ha cambiado».
«En un pueblo tan pequeño anima el ruido de las hormigoneras, el trasiego de los albañiles, el movimiento en el bar. Es lo que queríamos. El ruido del día a día. Que no estuviera en silencio», agrega.
Así, ya piensan en sacar una nueva subasta en 2015, probablemente en verano dado que es la mejor época porque es cuando la gente está de vacaciones.
El Consistorio ya está en contacto con propietarios para que le cedan la propiedad, y podrían salir a subasta entre cuatro y ocho solares, pero además hay gente que vende de forma privada, no a precio tan competitivo como la subasta municipal, pero muy económicos.
El alcalde, con dos hijos de 9 y 12 años empadronados en Olmeda de la Cuesta, reconoce que este proyecto le ha costado mucho sacrificio, sobre todo tiempo por los trámites burocráticos que hay que llevar a cabo y porque al principio se vieron desbordados ante tanta petición de información.
De momento no sabe si se presentará de nuevo a la reelección en los próximos comicios municipales de mayo del año que viene, una decisión que tiene que consultar con calma con su familia.
Asimismo, lamenta no haber contacto con ningún tipo de apoyo institucional durante este tiempo por parte de las administraciones provincial y regional, aunque a pesar de todo la iniciativa ha cuajado y ha salido adelante.