El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha señalado esta mañana que vuelve a la idea de «un gran hospital para Toledo, y estoy dispuesto a soportar las críticas. Un hospital pensado para los próximos 50 años, no para cuatro, hay que hacer las cosas con cabeza y hoy deberíamos tener ya un hospital».
Así se ha expresado durante la toma de posesión de Javier Nicolás como nuevo delegado de la Junta de Comunidades en la provincia de Toledo (sustituye al «popular» Fernando Jou), donde ha recalcado que solo hay dos opciones:
«O hay un acuerdo con los actuales adjudicatarios y en pocos meses está en marcha ya un proyecto reconviniendo la parte del proyecto que no encaja con nuestros compromisos políticos, es decir, el modelo público, aunque creo que hay margen para el acuerdo y lo vamos a intentar; o si no, empezaremos un nuevo procedimiento, pero el hospital tiene que estar en marcha en muy pocos meses, esto es algo necesario para la salud de la gente y para la economía de esta ciudad, que puede ver a 800 personas trabajando con sus correspondientes familias moviendo la economía e influyento en un cambio de estado de animo determinante».
En palabras del presidente, «la administración no se puede bloquear, lo más importante es el emprendimiento privado, pero ese emprendimiento también lo tiene que tener la administración, nos tenemos que levantar con las mismas ganas de desbloquear asuntos».