El juzgado encargado del desahucio de un hombre de 60 años de Manzanares (Ciudad Real), que ha perdido su vivienda como consecuencia del impago de un préstamo por una deuda de 3.000 euros, ha paralizado el lanzamiento y ha dado un plazo de cinco días para que el afectado presente alegaciones al proceso.
Según ha explicado a Efe Desiderio Madrid, miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipotecas de Argamasilla de Alba, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Manzanares ha paralizado a las 11:30 horas, media hora antes del desalojo, el lanzamiento al admitir un escrito de la abogada de este colectivo basado en la Ley Azcárate de Represión de la Usura que data del año 1908 y que al día de hoy está en vigor.
El juzgado ha dado un plazo de cinco días para presentar alegaciones a la suspensión de lanzamiento por el plazo máximo de dos años, ha precisado Madrid que ha agregado que en estos cinco días intentarán alcanzar un acuerdo con la empresa prestamista privada de Madrid para regularizar la situación de Vicente López de la Manzanara, el afectado.
El miembro de la plataforma ha expresado su satisfacción por lo que ha calificado de «logro», sobre todo después de que el juzgado rechazara el aplazamiento de un mes para el desahucio que solicitaron el pasado lunes.
Vicente López de la Manzanara contrató el préstamo a un interés fijo del 15 por 100 y un TAE del 16,75, durante 10 años, por lo que debía satisfacer una cuota mensual de 134 euros, una cantidad a la que puede hacer frente porque su pensión supera los 1.200 euros.
El hombre, al que se le detectó un cáncer en las cuerdas vocales, pidió un préstamo de 3.000 euros para hacer frente a su operación y la empresa prestamista le hizo firmar ante notario un préstamo de 9.400 euros que dividió en tres cheques de 3.000, 4.000 y 1.000 euros, respectivamente, y a los que añadió los gastos de gestión valorados en otros 1.400 euros.
De este dinero sólo recibió 3.000 euros en metálico, que fue lo que retiró de una entidad financiera, mientras que del resto del dinero «no supo nada», ha subrayado el miembro de la plataforma, que confía en que el juzgado atienda las alegaciones para intentar que el afectado no pierda su vivienda.
El desahuciado, que ha manifestado su intención de hacer frente a este préstamo como lo venía haciendo habitualmente, únicamente dejó de pagar estos recibos durante su estancia en el hospital, circunstancia que fue aprovechada por la empresa para iniciar el procedimiento de desahucio.
La vivienda de López de la Manzanara salió a subasta por un importe de 16.000 euros y el prestamista finalmente se quedó con la casa por 11.700 euros, el 70 por 100 de su valor.