«A lo largo de mi vida he coincidido con Enrique en varias ocasiones. Desde en alguna discoteca de Malasaña en la época de la movida hasta en el rodaje de alguna película donde yo había ido a visitar algún amigo. Él no se acordará de esas situaciones, yo no era más que un conocido de algún amigo, pero evidentemente yo sí me acuerdo. Con su inconfundible voz, mirada picarona y aire campechano y descarado, ya destacaba en obras de teatro, cine y televisión y era muy conocido».
Son algunas de las palabras que el fotógrafo toledano Pepe Castro ha escrito en su blog sobre el gran Enrique San Francisco. Además de colgar un espectácular retrato de este singular personaje que tanto nos ha hecho reír.
Continúa Pepe:
«Jorge Sanz y Enrique, entre otros artistas, están estrenando en «El Matadero» de Madrid la obra «Orquesta Club Virginia». Ahora mismo estoy en el camerino de Jorge. Acabo de terminar de retratarle y ha ido a buscar a su compañero, que está en el camerino contiguo».
«Escucho la inconfundible voz de Enrique a través de la delgada pared hablando con Jorge e inmediatamente salen los dos. Traen el mismo atuendo, vienen en camiseta de hombreras. Se me ocurre que cuando termine les voy a hacer una foto juntos en camiseta.
¿Qué pasa, gordo? Vamos al lío.
Vamos, sí, que tenemos poco tiempo.
Le siento en la silla en la que acabo de fotografiar a su compañero y le explico el tipo de retrato que pretendo hacer. Antes Jorge ya me había advertido de que tenerle sentado y quieto más de 10 minutos iba a ser casi imposible…».
Pero al final sí fue posible y Pepe Castro le hizo el retrato que ven. A pesar de que «en cuanto empiezo a hablarle para tenerle algo distraído y yo poder disparar, él empieza a hablar y a moverse en la silla como una lagartija. No consigo que esté pendiente de mí y no consigo concentrarme en buscar una nueva expresión».
Al final… ¡Click!