A Pepe Roldán le encanta ser policía. No lo duden. Lo quiso ser desde que era pequeño «por herencia genética», como él mismo afirma, «porque soy hijo de un policía y nieto de carabinero». Pero, a la vez, también le gustaba, desde muy temprana edad, ser periodista, pero las limitaciones de la familia y de la época se lo impidieron. Aunque eso sí, hace sus pinitos…
Ésta es la historia de un policía muy conocido en Albacete y, a la vez, la de un escritor que, sobre todo, es policía. Es él. Pepe. O José Francisco Roldán, que es como en realidad se llama. Que va por su cuarto libro. Y que, ojo al dato, fue el ganador en 1986 del premio nacional que organizaba la Dirección General de la Policía sobre relatos. Se lo daban en La Coruña y «allá que nos fuimos mi esposa y yo en el Ford Fiesta que teníamos entonces…».
A Pepe el policía le gustaba mucho escribir «y yo quería que la gente supiera cómo actuaba un delincuente». Por eso escribía relatos sobre su profesión, «con lo que eso suponía en aquellos años, porque los había que poco menos pensaban que estaba descubriendo secretos de Estado».
Nada ni nadie le quitó su afición a la escritura…
Años después ha escrito un libro, que lleva por título «Memoria para perdonar», y que es «casi autobiográfico, casi es mi vida», escrito, como él mismo afirma en conversación con encastillalamancha.es, «con mucha sensibiidad, con esa parte femenina que debo tener por ahí». Es el cuarto que escribe, el primero vio la luz en 1998, una serie de relatos cortos policiales, igual que el segundo y el tercero, pero en esta ocasión ha cambiado por completo de registro.
«Porque no hablo de delitos ni de picaresca».
Sino de algo que estaba ahí, escondido… Mejor que nos lo explique él. «En 2005 salió la Ley de Memoria Histórica y mi madre, que todavía vive, se asustó como le ocurrió a mucha gente de su edad. Por lo que decidí escribir la historia de mi abuelo, José Pastor, y de mi madre, Ascensión».
Pepe Pastor, el nieto, nuestro protagonista, es de los que piensan que en la Guerra Civil española no ganó nadie, «al menos en la práctica». De hecho, cuando él era pequeño «en mi casa no se hablaba del tema, se ocultaba, se disimulaba. Y no fue hasta que cumplí los 16 años cuando me enteré de que tenía una abuela, la madre de mi madre…».
O, lo que es lo mismo, todo aquello componía el drama familiar que se había viviendo desde hacía años…
Una historia dramática en una casa de España. Como se vivieron tantas historias dramáticas en tantas casas de España. Un relato histórico y familiar pero que forma parte de la historia colectiva. Mejor no les destripamos más… La presentación será el martes 1 de septiembre, en el salón de actos de la Diputación de Albacete, a las 19.30 horas.
«EL JUEZ VIO ALGO EXTRAÑO Y AL FINAL DETUVIMOS AL VERDADERO CULPABLE Y EL INOCENTE SALIÓ DE LA CÁRCEL»
Pepe cumplirá el próximo 1 de octubre nada menos que 40 años como miembro de la Policía Nacional. Ahí es nada, toda una vida. Aún recuerda cuando en 1979 una mujer fue violada y detuvieron a una persona que ingresó primero en el calabozo y posteriormente en la cárcel de Albacete. «Pero el juez nos dijo que teníamos que investigar más porque había visto alto extraño. Y tenía razón, al poco tiempo detuvimos al verdadero culpable y aquel hombre salió en libertad. Cómo te puede cambiar la vida en pocas horas».
Es quizás uno de los casos que más fresco tiene en la cabeza, por aquello de que no era lo que parecía. La vida misma.
Ha escrito, mucho y bien, sobre muchos casos policiales en sus relatos. Ahora cambia completamente de registro.
Su familia, el misterio, la Guerra…
Pepe, policía, periodista, escritor…
Ascensión, la madre de Pepe Pastor y portada del libro «Memoria para perdonar».