Es la cuarta entrega de «El verano de su vida», en este caso la del portavoz del Gobierno municipal del Ayuntamiento de Toledo y concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, el socialista Rafael Perezagua, y que publicamos en la revista ECOS en 2006.
Bueno, pues además de leer el texto vean las fotos, o viceversa, porque desde luego, no tienen desperdicio alguno. ¡Pero ese es Perezagua! Pues sí. ¡Olé y olé! ¡Que lo disfruten!
Si hay una cosa que tiene clara Rafael Perezagua, concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Toledo, además de Portavoz del Gobierno municipal, es que sus vacaciones son, por encima de cualquier cosa, «para descansar». Sin más pretensiones. Que después de 11 meses de «dura pelea» con los rivales, aunque sean políticos…
Y cuando se le menciona tan mágica palabra, lo primero que recuerda es su etapa de estudiante de bachiller y COU en el colegio italiano de los Padres Somascos en Aranjuez, «porque íbamos de campamento a Pulpí, en Almería. Tenía 17 años y…».
Pertenece a una generación para cuyos padres (la mayoría) las vacaciones como que casi no existían. «Las pasábamos en el pueblo, en Yuncos, o con los abuelos en Ajofrín, donde precisamente yo aprendí a nadar. En una alberca, fíjate».
¡CÓMO OLVIDAR AQUELLAS VACACIONES EN ROMA CON…!
Por supuesto, cómo olvidar aquellas vacaciones en Roma con su entonces novia, Lucía, y la familia de ésta. «En 10 días recorrimos Venecia, Pisa, Siena, Roma, Florencia, Milán… Recuerdo que la noche que dormimos en la ciudad de los canales nos metimos en la tienda de campaña y estaba lloviendo. Pero cuando nos levantamos, al día siguiente, todo estaba anegado de agua. Había estado un día y medio lloviendo sin parar, de forma continua, y bien que lo habíamos notado».
Y si nos fijamos en las fotografías (históricas y que provocarán, seguro, la risa entre compañeros y amigos) que acompañan al reportaje, vemos que la más antigua (en la que está acompañado por un amigo) data de 1980 y está hecha en la localidad cacereña de Guadalupe. «Estoy con mi amigo Basilio de la Fuente; y dormíamos en tienda de campaña. Recuerdo que nos poníamos junto al río».
En otra de ellas está en la escalinata de la mítica Plaza de España, en Roma, viaje que, como hemos referido anteriormente, hizo con la familia de su novia en el año 1983.
EN MATALASCAÑAS Y CON SU HIJO RAFAEL EN BRAZOS
Y es en la imagen de la portada en la que, sin duda, Perezagua está más reconocible. En Matalascañas y con su hijo Rafael en brazos. Playa, cámping… Esto último es lo que más le gusta, «siempre he sentido el contacto directo con la naturaleza y eso es lo que también he tratado de transmitir a mi hijo».
Era septiembre de 1987. «En un cámping, a base de repetir varios años, llega un momento en el que compartes comidas, charlas o juegos con personas a las que sólo ves durante esa época del año. Hay mucha interacción entre las personas y parecen más humanas». Por eso es que conoce una amplia variedad de cámpings que hay repartidos por la península.
CRUZAR EL ATLÁNTICO Y DISFRUTAR DE NUEVA YORK
Transcurridos los años, también varían las costumbres. «Si el trabajo me lo permite, suelo coger las vacaciones de forma fraccionada. Sin fechas fijas, puedo marcharme una semana ahora y otra más adelante. Sea la estación del año que sea. ¿Preferencias? Me gustan mucho las islas Canarias, donde he estado en cuatro ocasiones. ¿Por qué? Quizás por el clima templado que siempre he buscado».
Pero tiene pendiente dos viajes que, tarde o temprano, seguro que caben en su bolsa de viaje. Cruzar el océano Atlántico y perderse por cualquier calle de los barrios de Manhattan, Harlem, Chinatown, el Bronx… En definitiva, «ver y disfrutar de Nueva York».
O desviarse un poquito más abajo y visitar una de las capitales sudamericanas míticas: la Buenos Aires de Carlos Gardel, Eva Perón o Diego Armando Maradona. Atracciones «fatales» a las que el concejal toledano quiere «arrimarse» cuanto antes.
PolíticA y vacaciones, ¿son compatibles? Seguro.
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