Un plan de choque para acabar con la «grave» situación que viven los dependientes en Castilla-La Mancha, tal y como ha anunciado el portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando. Por ello se invertirán 800.000 euros en la contratación de 43 personas (interinos despedidos por el PP en 2012) para realizar, de manera urgente, las valoraciones de 26.000 personas que han solicitado la ayuda a la dependencia, «valoraciones que el PP dejó en los cajones, fue un Gobierno sin alma».
Nacho Hernando, durante la rueda de prensa del Consejo de Gobierno.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado que en breve se pondrá en marcha un plan de choque para la dependencia que contará con dos programas de refuerzo personal con el fin de agilizar los expedientes de las personas que lo tengan pendiente, además de agilizar los trámites del programa de atención individual para las personas dependientes de grado 1 y para atender a los dependientes de nueva solicitud o las personas que ya fueron valoradas en su día pero que han empeorado y deben ser revisadas.
Plan que ha anunciado esta mañana el portavoz del Ejecutivo regional, Nacho Hernando, «porque para este Gobierno es prioritaria la atención a las personas con dependencia que fueron abandonadas por un Gobierno sin alma como fue el de Cospedal».
De ahí que se vayan a invertir 800.000 euros en la contratación de 8 valoradores, 18 auxiliares y 17 técnicos para el programa individual de atención. 43 trabajadores en total que todos ellos serán interinos que fueron despedidos por el Gobierno de Cospedal en 2012, que cuentan con el bagaje profesional correspondiente para atender a estas personas y que entrarán a trabajar en las diferentes Delegaciones de Bienestar Social, tal y como ha recalcado Hernando.
El portavoz ha afirmado que hay 26.000 solicitudes de ayuda a la dependencia que el anterior Gobierno del PP «dejó escondidas en los cajones», que son las que hay que resolver de inmediato, y ha calificado la situación que se encontraron en esta materia como «grave, porque había, además, 37.000 facturas en los cajones. Y lo verdaderamente indigno e inaceptable son esas 26.000 personas con rostro humano que no fueron atendidas».