El otoño en Castilla-La Mancha ha sido muy seco y se ha caracterizado por temperaturas cálidas a muy cálidas, sin que se prevea ningún cambio de aquí a final de año, con lo que estaríamos ante unas Navidades «no muy frías y sin lluvia». Así lo ha explicado hoy en Toledo el jefe de la Unidad de Estudios y Desarrollo de la Aemet en Madrid y Castilla-La Mancha, Modesto Sánchez, quien ha destacado que, dada la tendencia, podríamos cerrar 2015 «como uno de los cinco o seis años más cálidos de la historia, no sólo en la región y en España, sino a nivel mundial».
A preguntas de los periodistas, el meteorólogo no ha dudado en atribuir este dato a los efectos del calentamiento global del Planeta si bien ha eludido pronunciarse sobre el acuerdo de París contra el cambio climático.
El meteorólogo ha explicado que, teniendo en cuenta la serie de los últimos 30 años, el otoño en Castilla-La Mancha ha registrado temperaturas superiores a lo normal para esta época del año, con un septiembre considerado frío, un octubre cálido y una primera quincena de diciembre «muy cálida» en todos los observatorios de la región.
Ha resaltado también que el día más frío del otoño fue el 7 de noviembre, con 7,4 grados bajo cero en Mira (Cuenca), y el más cálido el 26 de septiembre, día en que los termómetros subieron hasta los 34,4 grados en Villarrobledo (Albacete).
Teniendo en cuenta no sólo los últimos 30 años sino toda la serie histórica, que en el caso de la provincia de Cuenca está fijada en 1951, el día 11 de noviembre de 2015 se registró una nueva efeméride de temperatura máxima de 25,5 grados.
Desde el punto de vista de las precipitaciones, el experto de la Aemet ha considerado que la situación «es más grave» y ha subrayado que puede llegar a ser preocupante si la falta de agua no se compensa durante el invierno y la primavera.
Así, ha resaltado que septiembre fue un mes normal en Toledo, seco en Cuenca y Ciudad Real, húmedo en la base aérea de Albacete, y muy seco en Molina de Aragón (Guadalajara).
El mes de octubre no se registraron apenas lluvias y fue muy seco, mientras que el mes de noviembre fue muy seco en Cuenca y Molina de Aragón, normal en Toledo, y húmedo en Ciudad Real y la base aérea de Albacete y, en la primera quincena del mes de diciembre, las precipitaciones han seguido siendo muy escasas.
En este punto ha subrayado que, a excepción de la provincia de Albacete, donde se han registrado valores normales, durante este otoño ha habido entre un 50 y un 75 por 100 menos de precipitaciones de lo normal.
Y la previsión estacional para el invierno es que las temperaturas van a seguir siendo superiores a lo normal y las precipitaciones normales para la época, con lo que habrá que esperar a la primavera para remontar esa escasez de agua, negativa desde el punto de vista agrícola, ya que «ha habido una mala situación de salida» con un otoño muy seco, ha concluido Sánchez.