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23/03/2014junio 9th, 2017

Pasión, eco de tambores en los callejones, simbiosis con una ciudad Patrimonio de la Humanidad, sobriedad, estruendoso silencio…, son palabras con las que describen la Semana Santa de Toledo, recientemente declarada de Interés Turístico Internacional, cuatro de sus protagonistas.

En concreto, el presidente de la Junta de Cofradías de Toledo, Antonio Torres; la consejera de Empleo y Economía de Castilla-La Mancha, Carmen Casero; el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, y la que será pregonera este año, la periodista María Ángeles Fernández.


Todos ellos, que han contribuido de una u otra forma a que la festividad crezca hasta convertirse en un segundo Corpus, recalcan en entrevistas concedidas a Efe lo especial de la Semana Santa toledana y ensalzan su valor al integrarse con un escenario único, el Casco Histórico de Toledo, un mapa de callejuelas repleto de monumentos e historia.

Los responsables políticos, además, subrayan la oportunidad que desde el punto de vista turístico supone para Toledo la declaración de esta festividad de Interés Turístico Internacional, hecho que este año coincide con la celebración de los actos conmemorativos del IV centenario de la muerte del Greco.

5.000 COFRADES Y DOS AÑOS DE TRABAJO Y ESPERA

La Semana Santa de Toledo, declarada de Interés Turístico Nacional en 2006 y en la que participan unos 5.000 cofrades, ha sido uno de los acontecimientos en los que todas las administraciones han logrado el consenso para impulsar su crecimiento y conseguir, tras dos años, la declaración de Interés Internacional.

El presidente de la Junta de Cofradías de Toledo explica que la festividad ha logrado este reconocimiento por «su religiosidad popular» y por «sus valores culturales», y apunta que «generación tras generación se han mantenido casi intactas las mismas tradiciones y se ha transmitido la devoción de padres a hijos».

Antonio Torres valora que la declaración de Interés Turístico Internacional es el reconocimiento «al trabajo realizado durante muchos años por los hombres y mujeres cofrades de veintiuna cofradías y hermandades de Toledo».

Los cofrades, continúa Torres, viven la Semana Santa con «sobriedad» y en las procesiones reina el «silencio» y «la pasión». No obstante, avisa de que no sólo se celebran procesiones, sino que también hay cultos en todas las parroquias de la ciudad.

LA IMPLICACIÓN DE LOS TOLEDANOS

Expresiones similares utiliza la consejera de Empleo y Economía, quien asume las competencias en el ámbito turístico de la comunidad, para describir la Semana Santa de Toledo: «pasión», «recogimiento» y «religiosidad».

Entre las particularidades de la festividad, Carmen Casero destaca «el arte de sus pasos, la implicación popular de los toledanos y, muy especialmente, el lugar que acoge las procesiones: el Casco Histórico de Toledo».

«Calles estrechas por las que prácticamente no caben los pasos, iglesias de una belleza singular y de un patrimonio espectacular o el estruendoso silencio que se produce con el paso de las procesiones», apunta la consejera, quien resume: «una Semana Santa, sin lugar a dudas, de las más espectaculares a nivel mundial».

TOLEDO Y SEVILLA, LAS ÚNICAS CIUADADES CON DOS FIESTAS DE INTERÉS INTERNACIONAL

El alcalde de Toledo, que apuntala el que la capital castellanomanchega y Sevilla son las únicas ciudades en España con dos fiestas de Interés Turístico Internacional, afirma que la Semana Santa «es el momento cumbre de la religión católica y, por tanto, también para la cultura mayoritaria histórica del país» y ve en la festividad «el momento ideal para que aflore el alma de la ciudad».

«La declaración es una mueca más en la difusión y promoción turística de nuestra ciudad, que nos permitirá tener más peso aún si cabe en los circuitos y canales de promoción», celebra García-Page, quien asegura que «el reconocimiento ya está generando expectativas que dejarán huella».

Así, señala que «no sólo son miles de personas las que vienen a conocer» la Semana Santa de Toledo, sino que «también son miles los toledanos que participan».

EL ECO DEL MISERERE

La pregonera de este año, la periodista María Ángeles Fernández, llegó a Toledo hace 20 años y, desde entonces, según relata, ha vivido estos días participando en las celebraciones litúrgicas: los oficios en las parroquias o conventos, el Sermón de las Siete Palabras o la celebración de la Vigilia Pascual en la Catedral.

Fernández recuerda que, en algunas procesiones, ha vivido «momentos muy intensos» surgidos, a veces, por el eco del canto de un miserere en la zona de los cobertizos o por las imágenes cargadas a hombros por los penitentes que aparecen, de pronto, por un callejón estrecho y que proyectan sus sombra en los altos muros de los conventos.

Y recuerda que la Semana Santa toledana es, «fundamentalmente, una celebración religiosa», y por ello desvela que en su pregón, el próximo 3 de abril, transmitirá que «Jesús vive» y que sale «cada día» al encuentro de «los inmigrantes que arriesgan su vida, del niño que está en el vientre de su madre esperando ver la luz, de los enfermos, de los ancianos o de las familias». 

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