Alejandro ha ido acumulando muchas guías del Camino de Santiago. Su esperanza era la de ser algún día el protagonista, y el sueño se cumplió. Ha sido este año, justo cuando cumplía 80 años, y ha estado acompañado por su hija Mar, Santi (el compañero de Mar) y Alejandro, su nieto de 10 años.
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Su deseo, «grande y firme como él», era hacer el Camino de Santiago; cuenta su hija Mar Villapalos, quien le ha acompañado en esta aventura.
«Quizá sus casi 80 años, cumplidos durante el Camino, le hacían dudar de la posibilidad de hacerlo solo, aunque quienes le conocemos sabemos que de habérselo propuesto lo habría conseguido».
Así pues, un domingo de septiembre se pusieron en marcha «desde su casa, porque ése es el verdadero Camino de Santiago, el que nos lleva desde donde vivimos, paso a paso, hasta ver la espalda del apóstol y abrazarle sin más, con todo», reconocía Mar.
No iba solo. La aventura de Alejandro la iniciaba con su hija Mar, Santi y su nieto Alejandro, que tiene 10 años.
Mar aseguraba que la primera jornada, Toledo-Rielves, «nos hizo darnos cuenta de que iba a ser duro, pero nos hizo saber también que ya no había vuelta atrás ni abandono posible».
En total han sido 28 jornadas en las que «hemos afrontado cada situación y cada circunstancia».
De hecho, han caminado con frío, lluvia, viento e incluso con el camino congelado por el Puerto de Arrebatacapas de Ávila, en pleno mes de diciembre. «Hemos caminado con calor de meseta por los caminos de la llanura zamorana; cruzado, descalzados, ríos inesperados y eternos puentes romanos».
Pese a ello, «en nosotros han quedado grabados para siempre todos los paisajes y climas por los que hemos caminado, los momentos de cansancio y los de descanso, la buena voluntad de todos aquellos con los que nos hemos encontrado, la generosidad de Marcelo y la coquetería de Francisca«.
Y en Mar queda, «imborrable, el maravilloso privilegio de haber compartido Camino y haber llegado a Santiago enlazando pasos y pensamientos en la mejor compañía: mi padre, mi hijo y Santi, mi compañero en este Camino de la vida».