La artista argentina Milu Correch ha plasmado sobre la fachada trasera del edificio de viviendas más alto de Quintanar (Toledo) el mural más grande del mundo hasta hoy, de la musa que inspiro a Don Quijote.
El joven quintanareño Santiago González, acompañado por un grupo de jóvenes, ha desarrollado un proyecto artístico que ha reconvertido una vieja fachada de 30 metros de alto y una superficie de 350 metros cuadrados en el lienzo para absorver las pinceladas de la famosa y joven artista internacional argentina Milu Correch.
El colectivo social formado por estudiantes y parados, sin grandes recursos, se ha organizado para desarrollar y dar forma al proyecto social «Construir un lugar mejor sin destruir lo que tenemos», una iniciativa nunca antes vista y desarrollada con el objetivo de regenerar el espacio urbano e impulsar el turismo a través del street art y muralismo, sin ánimo de lucro.
Todo se hizo entre el 8 y el 12 de agosto en la manchega localidad toledana de Quintanar de la Orden. El espacio escogido es una vieja pared que generaba un impacto negativo en el paisaje urbano, situada junto a la iglesia parroquial y en el centro histórico del municipio.
Tras su paso por ciudades como Roma, Viena, Lisboa, Madrid y Barcelona, Milu Correch ha abierto las páginas de «Don Quijote», rescatando a Dulcinea del paso del tiempo y pontenciando el embellecimiento del inmueble.
El proceso de creación ha sido seguido con muchísima expectación por centenares de quintanareños que durante estos días no han dejado de mirar al cielo, así como otros muchos curiosos llegados de las poblaciones vecinas para contemplar a la joven artista colgada de una gran grúa y dando forma a una gigantesca y preciosa Dulcinea.
El desarrollo del trabajo fue seguido por internet en directo y fueron treding topic los videos subidos a YouTube.