La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha recuperado los cuerpos de varios maquis represaliados por el franquismo que fueron fusilados hace 71 años, el 2 de junio de 1941, ante las tapias del cementerio de Abenójar (Ciudad Real).
Los trabajos de exhumación han concluido con la recuperación de tres de los cinco cuerpo que buscaba la ARHM y de los que tenía constancia que habían sido enterrados en el ‘cuarto de los desgraciados’ que se encontraba en un anexo del cementerio al este municipio.
En concreto, se buscaban los restos de Teófilo Soriano Anguita y de Sixto Fernández Castillo, que tenían 33 y 44 años cuando murieron y eran vecinos de Abenójar, y de Daniel Yepes, que tenía 28 años y residía en Navacerrada (Madrid).
Además también se buscaban, enterrados en una segunda fosa, los restos de Avelino García y de Manuel Marmolejo, que tenían 30 y 33 años, respectivamente, y que fueron asesinados el 28 de noviembre de 1940.
Según ha explicado a Efe Jorge Moreno, coordinador del proyecto ‘Todos los nombres de la represión de la postguerra’ y autor del documental ‘La importancia de llamarse Avelino García’, los trabajos arqueológicos solo han permitido encontrar una de las dos fosas que estaban siendo buscadas.
Esta circunstancia no hace posible determinar, de momento, a qué personas de las cinco que eran buscadas corresponden los restos hallados.
Sin embardo, se barajan varias hipótesis, entre ellas que los tres cuerpos de la primera fosa -Teófilo Soriano Anguita, Sixto Fernández Castillo y Daniel Yepes- hubieran sido recuperados en los primeros años de la Democracia coincidiendo con la petición que realizó la viuda de Teófilo sobre los restos de su marido.
Si esto fuera así, ha explicado Jorge Moreno, en la segunda fosa común podrían estar los restos de Avelino García y de Manuel Marmolejo, junto a los de un tercer hombre aún sin identificar.
El arqueólogo René Pacheco, que ha dirigido el equipo junto a la antropóloga canadiense Danee Wilson, ha explicado a Efe que los trabajos de identificación de los restos se llevarán a cabo en el laboratorio que la ARMH tiene en Ponferrada (León).
Pacheco ha dicho que de los tres cuerpos descubiertos «inicialmente» solo uno presenta signos de violencia, con dos fracturas en cada uno de sus brazos que, ha dicho, «pudo producirlas un disparo o por otro tipo de violencia».
En los otros dos cuerpos no se aprecian signos de violencia aunque esto «no significa que no la hubiera» y deberán ser los forenses los que determinen si hay evidencias.
René Pachecho ha comentado que durante los trabajos de exhumación de la fosa no ha aparecido ningún resto de la munición empleada en los fusilamientos pero también ha dicho que «a veces es habitual no encontrarlas» porque las balas no se quedan en el cuerpo.
Pacheco ha agregado que se han encontrado con curiosidades como el calzado que llevaban, uno de ellos unas abarcas que ponen de manifiesto que «se traban de personas pobres y humildes», ha apuntado.
Además, junto a uno han aparecido varias monedas de la época que llevaba en un bolsillo de la camisa, junto al pecho.