Hablamos de nosotros, los periodistas, porque el viernes 3 de mayo es el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Y lo hacemos a través del comunicado que ha hecho público la Federación de Asociaciones de Prensa (FAPE) y que les mostramos, íntegro, a continuación:
«La crisis económica e institucional que vive España coloca a los periodistas ante el reto de ejercer nuestra profesión con la máxima responsabilidad, como garantes que somos del derecho de los ciudadanos a recibir la información independiente y veraz que necesitan para ser libres y soberanos.
Esta responsabilidad nos obliga a contrastar los hechos, verificar las fuentes, huir del amarillismo que convierte el periodismo en mercancía barata, y respetar la presunción de inocencia, el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen.
En nuestro compromiso de lealtad con los ciudadanos, los periodistas debemos resistir las presiones procedan de donde procedan y suprimir la connivencia con los poderes, a la que consideramos uno de los factores principales de nuestra pérdida de credibilidad y prestigio.
Pero de poco serviría la responsabilidad del periodista si no viene acompañada del respeto máximo a la libertad de expresión por parte de los representantes públicos.
En este sentido, constatamos la existencia de serias trabas por parte de dichos representantes al ejercicio pleno de este derecho constitucional como si la crisis avivara en ellos la necesidad de levantar barreras, en una época en la que la gente aspira a no tener ninguna para acceder a la información.
Estas trabas, insistentemente denunciadas por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), se concretan fundamentalmente en las ruedas de prensa sin derecho a preguntas. Ante nuestras críticas, los políticos han buscado el atajo del silencio para vetar el derecho a la palabra y la pregunta y hurtar al ciudadano la respuesta a los graves problemas que sufren.
También hemos percibido el aumento de las presiones hacia los medios y periodistas que, con independencia y rigor, investigan los abusos de poder, especialmente los ligados a la corrupción.
Alertamos de que el informe de la comisión de expertos que servirá de base al anteproyecto de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, promovido por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, presenta serios límites a los derechos de información y a la libertad de expresión.
Ante esta situación, y en la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa (3 de mayo), las asociaciones de la FAPE,
DECLARAMOS
– Que la libertad de expresión es uno de los baluartes de la democracia al actuar como motor imprescindible del fomento de la convivencia, el diálogo y el debate cívico.
– Que denunciaremos toda pretensión de los poderes, sean cuales sean, de intentar controlar la información y ponerla al servicio de su ideología o, también, de sus intereses.
– Que en nuestra decidida apuesta por la autorregulación, nos opondremos a cualquier proyecto del Gobierno que trate de imponer límites a los derechos de información y a la libertad de expresión.
– Que la mejor contribución que los periodistas pueden hacer al fortalecimiento de la libertad de expresión es promoviendo los más altos estándares de calidad en su trabajo, difundiendo información veraz y manteniendo una conducta intachable en el campo de la ética y de la deontología de la información.
En esta línea, consideramos fundamental la labor de la Fundación para la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la FAPE, reforzada en el último año con la adhesión de más de 50 medios de comunicación. Alentamos al resto a que tomen la misma decisión a fin de alcanzar el máximo grado de autorregulación en el ejercicio del periodismo.
– Que reiteramos nuestro empeño en exigir a los responsables públicos la rendición de cuentas sobre sus decisiones y actividades en el ejercicio del poder. Su constante negativa a ofrecer explicaciones es una afrenta a la libertad de expresión y, sobre todo, al derecho de información de los ciudadanos, necesitados de saber, en esta etapa de durísima crisis, por qué se toman y qué consecuencias tendrán sobre sus vidas las medidas para afrontarla.
– Que la defensa de la libertad de expresión incluye la defensa de unas condiciones dignas de trabajo y de la igualdad salarial entre hombres y mujeres. El reforzamiento de la campaña «gratisnotrabajo» contra los empresarios y editores que quieren explotar a los periodistas con salarios humillantes, o sin remuneración alguna, es uno de nuestros compromisos principales.
En esta Día Mundial de la Libertad de Prensa, la FAPE reitera sus lemas: «sin periodistas no hay periodismo» y «sin periodismo no hay democracia».