La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, a través de la Dirección General de Salud Pública, ante los casos conocidos por tos ferina en la comunidad, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad.
La Junta recuerda que el pasado mes de octubre un niño de la provincia de Cuenca falleció por esta enfermedad y que actualmente existe otro niño de la misma provincia ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen de la Salud de Toledo. Añade que «los casos de tos ferina conocidos en Castilla-La Mancha no son distintos a los registrados en otros años» y que, «mientras en España hay una incidencia de 15,6 casos por 100.000 habitantes, la incidencia en Castilla-La Mancha es de 6,8 por 100.000 habitantes».
Sanidad informa de que los casos de tos ferina en los lactantes menores de tres meses pueden ser más graves, porque la vacuna se les pone a partir del segundo mes de vida y tarda alrededor de 15 días en crear defensas. La estrategia que se ha adoptado en Castilla-La Mancha es vacunar de tos ferina a las embarazadas que se encuentren en el tercer trimestre de gestación, concretamente entre las semanas 28 a la 36, preferentemente entre la 28 y la 32.
Dicha acción se está realizando desde el pasado 9 de noviembre por parte de los profesionales de Atención Primaria del Sescam, después de haber sido consensuada por expertos en la materia.
En caso de diagnosticar tos ferina, el pediatra o el médico de familia recomiendan tratamiento con antibióticos.
En todo caso, desde la Dirección General de Salud Pública se incide en que los dos casos conocidos no forman parte ni de un brote, ni de una epidemia, «son casos aislados».