Los profesionales de enfermería del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA) se han concentrado a las puertas del hospital, secundando la convocatoria del Sindicato de Enfermería, Satse Albacete, para protestar por la próxima apertura de la Unidad de Ventilación Mecánica «sin los profesionales suficientes».
Los trabajadores, que han portado una pancarta en la que podía leerse «En Medicina Interna necesitamos más personal para abrir la Unidad de Ventilación Mecánica», también han leído un manifiesto en el que han querido dejar claro que están de acuerdo con la creación de la unidad, pero no de la manera en la que se quiere hacer, «ya que desde el punto de vista asistencial sería imposible garantizar unos cuidados de calidad, poniéndose en riesgo la seguridad de los pacientes».
Como ya denunció Satse, la Gerencia del CHUA tiene previsto la puesta en marcha de esta nueva Unidad de Ventilación Mecánica en la planta de Medicina Interna, que cuenta con 41 camas y en la que trabajan cuatro enfermeras en turnos de mañana y tarde y tres en el turno de noche, «sin aumentar la plantilla que ya trabaja con sobrecarga asistencial puesto que la mayoría de los pacientes de Medicina Interna son de avanzada edad, pluripatológicos y requieren de unos tiempos elevados de cuidados y dedicación».
A esta planta se sumaría la nueva Unidad de Ventilación Mecánica, en la que ingresarán pacientes con patologías de insuficiencia respiratoria grave y monitorizados, que precisan de cuidados y atención continua, «sin que desde la dirección del CHUA se vaya a incrementar el número de profesionales de enfermería».
Satse considera que la apertura de la Unidad de Ventilación Mecánica sin el aumento de la plantilla de enfermeras sería cuanto menos «imprudente», puesto que la Unidad de Medicina Interna «ya soporta una presión asistencial muy elevada, tanto por el número de pacientes como por sus patologías».
Desde Satse se recuerda que un reciente estudio publicado por la revista científica «The Lancet» refleja que los pacientes tienen más riesgos de fallecer después de pasar por procesos quirúrgicos si están ingresados en hospitales donde las enfermeras asumen una gran carga de trabajo y hay menos personal. En concreto, afirma que, por cada paciente extra que se añade a la carga de trabajo de un enfermero, las posibilidades de que un paciente muera en el mes posterior a la cirugía se incrementan un 7 por 100.