Los hermanos Francisco y José Rodríguez Guerrero, miembros de una quinta generación de panaderos, dueños de la «Tahona de Illescas» (Toledo), aún aguardan al ganador de un vale por 500 euros, el suculento premio del roscón de Reyes 2014, que a fecha de hoy aún no ha aparecido. No falta la expectación en el pueblo por saber del ganador o ganadora, sobre todo porque es difícil de explicar por qué no ha aparecido aún, dado lo atractivo del premio.
No solo eso, sino que es la segunda vez que ocurre. Ya en 2013 la ganadora solo apareció al cuarto día para reclamarlo, tras contar que estaba a punto de meter el roscón (de no menos de un kilo) en el congelador cuando su hijo reclamó un trozo. Ahí estaban los 500 euuros.
Francisco Rodríguez, con la ganadora de los 500 euros de 2013 y su hijo, que encontró el premio.
Cuando menos, es una historia curiosa, porque lo es que el comprador de un roscón de Reyes en cuyo interior hay un premio de 500 euros no acuda a la panadería donde lo compró a primera hora de la mañana tras las fiestas para recoger este particular regalo de Reyes «del día después»…
Pues esto está pasando en la «Tahona San José», en la calle Estafeta Vieja de Illescas (Toledo), y, más aún, es la segunda vez que les ocurre, aunque parezca mentira.
Cuenta Francisco Rodríguez, uno de los dos hermanos dueños de la panadería, que el año pasado fue el primero de esta promoción, consistente en comprar un roscón en cuyo interior hay un vale de 500 euros, plastificado, firmado y sellado. Para reclamar su importe hay que ir a la Tahona. Pues ya les extrañó que en 2013 los ganadores del suculento premio tardaran más de una semana en reclamarlo.
ANTES DE METERLO EN EL CONGELADOR…
«Una mujer, de Illescas, nos contaba que ya iba a meter el roscón, que es muy grande, en el congelador cuando su hijo reclamó un trozo en el que ahí estaba el vale. No cayeron, o se les debíó olvidar o algo así», relata Francisco, quien asegura que hoy jueves aún esperan al ganador de los 500 euros de este año.
Este panadero revela que se fijaron en una promoción semejante que desde hace cinco años lleva a cabo una panadería de La Bañeza (León), donde el premio es de nada menos que 3.000 euros, pero para ello deben vender más de 2.000 roscones.
«Los roscones que hicimos fueron todos por encargo. Vino tanta gente que no atendimos nada más que los encargos que teníamos. Todos los roscones que entregamos los días 5 y 6 fueron encargados previamente. La verdad es que la promoción fue un éxito. Los roscones eran grandes, de un kilo y 600 gramos, así que hay gente que tarda en comérselos enteros», explica Francisco.
En el caso de La Tahona de Illescas, Francisco y José (así se llama el otro hermano) han vendido más de 300 roscones, cuando antes de la promoción daban salida a no más de 90. La idea funciona, pues, aunque para ello hayan tenido que «currar» lo suyo para promocionar la idea, repartiendo 10.000 octavillas, poniendo carteles en la tienda, repartiendo más publicidad furgoneta en ristre y usando megafonía y desplazándose a pueblos cercanos como Yeles.
LA COSA FUNCIONA
La cosa funciona. Ahí están las ventas. «La gente ha venido a comprar los roscones desde Yeles, Casarrubuelos, Griñán…», cuenta un orgulloso Francisco.
Francisco y José Rodríguez, que emplean a dos trabajadores, aún esperan al muy afortunado o afortunada. «La gente pasa y nos pregunta si ha aparecido ya el premiado. Cuando lo haga, miel sobre hojuelas», afirma Francisco. No hay plazo para la reclamación.
Los hermanos Fernández ya son la quinta generación de unos panaderos que han seguido fielmente la estela de la fundadora, su tatarabuela, que era de la también toledana localidad de Bargas.
«La Tahona de Illescas» sirve sobre todo a restaurantes de Madrid y Toledo, varios de ellos con Estrellas Michelín. Francisco y José elaboran una gran variedad de panes con levaduras naturales y harinas ecológicas.