Uno de los dramas sociales acentuados con la crisis económica es el que viven muchas familias que han sido o serán desahuciadas de sus hogares. El número de lanzamientos por ejecución hipotecaria (término jurídico para referirse a los desahucios) se ha incrementado año tras año desde 2007 sin que el deudor del crédito tuviese a su disposición un mecanismo para poder parar dicho lanzamiento, pero ¿qué sucedería si dicha opción existiese? Y ¿Si hubiese estado ahí siempre, pero oculta? Encastillalamancha ha hablado con Josep Manuel Novoa Novoa, periodista, escritor y editor, que asegura tener la fórmula para paralizar un desahucio ante el juez y poder negociar con el banco una solución sin tener que perder la vivienda.
Imaginen un matrimonio donde la pareja trabaja y que puede llegar a ganar entre los dos unos 3.000 euros al mes lo que les permite invertir en una vivienda. Imagen que hay una gran crisis, se quedan sin trabajo y con una hipoteca. Imagen que tras dos años en paro se van quedando sin prestaciones y sin ayuda, pero siguen con su deuda hipotecaria. Éste, pese a la imaginación, es el perfil más habitual de las familias que piden ayuda actualmente a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Ciudad Real, desde donde se ha tratado durante estos años de encontrar una salida a esta situación.
Desde finales de 2007 el número de ejecuciones hipotecarias (éste es el primer paso para llegar al desahucio si no se cumple con los pagos adeudados) ha aumentado de manera destacada en Castilla-La Mancha. Se ha pasado de presentar 1.235 ejecuciones en 2007 a 4.315 en 2013. Durante los años de la crisis solo ha hecho que aumentar: en 2008, 2.845; en 2009, 4.720; en 2010, 4.681; en 2011, 3.924; y en 2012, 4.873; según el último informe «Efectos de la crisis económica en los órganos judiciales» del Consejo General del Poder Judicial.
El caso más duro que ha vivido José Luis Huertas, miembro de la plataforma ciudadrealeña, fue el de una mujer, madre de cuatro hijos, con una deuda «muy grande» y que se podía quedar en la calle. Castilla-La Mancha es la quinta región donde más ejecuciones hipotecarias se han presentado desde 2007 hasta 2013, tal y como se observa en el gráfico adjunto (si pinchan en el mismo observarán los datos correspondientes a cada comunidad).
MÁS MUJERES QUE HOMBRES DAN EL PRIMER PASO
A la hora de pedir ayuda, las mujeres son las que dan el primer paso, dispuestas a contar su historia. Eso sí, «cuanto más pequeño es el municipio, menos hablan», asegura José Luis, quien enumera los pasos a seguir por la plataforma una vez que les llega un caso: «Presión, diálogo, envío de escritos…» Así hasta lograr negocia con el banco una salida.
Los desahucios practicados en el último trimestre de 2014 en Castilla-La Mancha fueron 469, a los que hay que sumar los 666 del segundo trimestre y los 597 del primero para hacerse una idea de lo que pasó en 2014 (a falta de conocer el dato del último trimestre).
Como se puede ver en la gráfica (pinchando sobre ella se obtiene toda la información), las ejecuciones hipotecarias y el incumplimiento de la ley de arrendamientos urbanos son las principales causas de un desahucio.
Por provincias, la que más desahucios registró en 2013 fue Toledo, con 1.290; seguida de Ciudad Real, con 502; Albacete, con 491; Guadalajara, con 391; y, finalmente, Cuenca, con 88.
Las entidades financieras suelen proponer la renegociación del préstamo, la quita o la dación en pago; al tiempo que desde la plataforma también han llevado casos al juzgado por cláusulas abusivas, si bien de momento solo han conseguido ganar uno. Éstas son las principales soluciones que se han conseguido poner sobre la mesa. Hasta ahora.
¿Y SI SE PARASE EL DESAHUCIO EN EL JUZGADO A FAVOR DEL DEUDOR?
El hipotecado es «un moroso» y «todos van a la hoguera». Un planteamiento que se sostiene porque «los jueces no tienen una herramienta para poder parar un desahucio, aunque sea una inmoralidad». Así comenzaba Josep Manuel Novoa Novoa su entrevista telefónica con Encastillalamancha.
El periodista y escritor catalán, que lleva tres años investigando lo que podría llamarse la «vida y milagro de una hipoteca» y que detalla en su web, asegura que ha descubierto una herramienta para paralizar un desahucio ante el juez y así ganar tiempo para encontrar una solución con la entidad bancaria sin perder la casa.
Durante su investigación ha tratado de ver y demostrar que «el banco no es el acreedor» partiendo de la pregunta: ¿de dónde sale el dinero para construir tanto como se ha construido en España? y llegando a la conclusión de que es de la «titulización de las deudas». A partir de ahí comienza a recorrer un largo «laberinto».
A modo de ejemplo, las hipotecas pasan a conformar una emisión de bonos hipotecarios que compra un inversor, pero éste compra «participaciones de esa emisión». Lo que ha conseguido demostrar Novoa es justificar ante un juez que «aunque el banco se presente como acreedor, realmente ese crédito se lo vendió a un tercero, por lo que no tiene legitimidad para cobrarme a mí la deuda».
EL BONISTA ALEMÁN, «LA SEÑORA MERKEL» Y LOS DESAHUCIOS ESPAÑOLES
La respuesta del banco será que «no se preocupe, le diré al verdadero acreedor que venga», pero «¡no existe tal acreedor!» porque «el bonista se lo ha vendido a otro, y éste a otro… Y así hasta 30 ó 40 veces, por ejemplo». Es más, «aunque se juntaran muchos bonistas, todos ellos pueden llegar a representar un dos por 100 del crédito reclamado».
La investigación de Novoa ha llegado incluso hasta el origen del bonista que está convencido de que es alemán, ya que afirma que «las cajas de ahorro alemanas lo invirtieron en estos bonos» y sospecha que, «cuando los bonistas no dicen nada, es porque están cobrando». Al mismo tiempo considera muy llamativo que «la señora Merkel (presidenta de Alemania) no haya querido que sus cajas de ahorro se auditasen en los últimos test de estrés europeos».
Volviendo a la solución que puede poner en jaque a la banca en el tema de los desahucios y con la que se conseguiría que «no te echen de tu casa», Novoa anuncia que constituirán una asociación sin ánimo de lucro para poner en práctica la fórmula encontrada.