El destino, el azar o lo que ustedes deseen, pero el caso es que cuando recibieron la llamada del 091 que avisaba a todas las patrullas de que había un hombre que se intentaba arrojar por el puente de Alcántara, en la ciudad de Toledo, ellos estaban prácticamente al lado. Y sin pensárselo ni un segundo decidieron que había que ir todo lo rápido que pudieran al lugar de los hechos.
Por eso Miguel Ángel Ramos Sánchez de Pedro y Daniel Domínguez Martín, ambos policías nacionales y miembros de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) adscritos a la Jefatura Superior de Policía de Castilla-La Mancha en la capital regional, llegaron en un santiamén.
Poco a poco se acercaron al joven, quien se encontraba en una de las peanas del puente, por la parte exterior y con el vacío y el agua del Tajo como horizontes más próximos, a una altura considerable, hablando por teléfono con un miembro de la sala del 091, pero que cuando giró un momento la cabeza y vio que se le acercaban los dos agentes…
Dejó el teléfono móvil a un lado y se dispuso a tirarse, pero, insisto, el destino, el azar o lo que ustedes deseen hicieron que tanto Miguel Ángel como Daniel llegaran a su altura justo a tiempo para agarrarle de un brazo cada uno, quedarse prácticamente suspendidos en el aire los tres y en ese punto de equilibrio en el que te caes, no te caes… Lograron agarrar con firmeza al joven, que pesaba más de 100 kilos, «era un joven muy grande», recuerdan los dos al relatar los hechos a encastillalamancha.es, y le izaron hasta que estuvo fuera de peligro.
Le salvaron la vida, vamos, en castellano puro.
«No nos caímos nosotros con él de milagro», afirman, «pero por fortuna no fue así». Acto seguido y hasta que llegaron los servicios sanitarios «le tranquilizamos, pero se notaba que tenía una profunda depresión, nos dijo que tenía muchos problemas y que no veía otra forma de solucionarlos».
Ha sido quizás el servicio humanitario más complicado que han vivido ambos agentes de la UPR, y por ese mismo motivo recibieron, durante el último Día de la Policía, hace apenas unas semanas, la Cruz Blanca al Mérito Policial.
Los ángeles custodios, el patrón de los policías… Ahí estuvo también.